—Arthur. —Sonrio Liliana—. Es bueno ver que este lugar sigue creciendo más y más.
Arthur asintió agradecido. Liliana le mostró su pase de dos semanas.
—Por cierto, ¿que es esto? Nos dijeron que teníamos que pagar un impuesto y recibir este pase para poder entrar. —Dijo Liliana.
Arthur forzó una sonrisa.
—Por favor díganme qué no los obligaron a pagar. —Dijo Arthur.
Liliana y Winston negaron con la cabeza.
—No pero aún así lo hice, entiendo que ese dinero es para el futuro de Orley así que lo consideré como una inversión. —Dijo Liliana.
Arthur suspiró de alivio y asintió con la cabeza.
—Robert, Winston y Liliana no necesitan pagar impuestos, en cuanto a sus otros seguidores, lo siento pero son demasiados y no puedo darles a todos el mismo trato, espero que lo entiendan. —Explicó Arthur.
Robert asintió con la cabeza, en cuanto al resto a nadie le importó.
—Yo seguiré pagando el impuesto de entrada, es por el futuro del pueblo. —Afirmó Liliana.
—Si la princesa lo hace entonces yo también. —Asintió Winston.
Arthur negó con la cabeza pero no insistió.
—Vengan, les prepararé té. —Dijo Arthur.
Winston y Liliana lo siguieron. Robert por otro lado fue a cumplir con sus tareas como sub líder militar.
Liliana no se sorprendió al ver a Adela allí puesto que ya sabía que se iba a mudar, pero aún así le sorprendió que alguien como ella decidiera eso tan fácilmente.
Liliana pensó que ellos de hecho eran muy cercanos.
Arthur les explicó lenta y claramente lo del C.I. y tanto Winston como Liliana se quedaron perplejos cuando escucharon que Arthur permitió que sus ciudadanos obtuvieran apellidos.
Comenzaron a cuestionarlo al igual que Adela lo hizo en su momento y de la misma forma, entre más escuchaban la explicación de Arthur, más sentido comenzaba a tener.
Al final aceptaron el hecho de que Orley era diferente del resto de Glideric. Pero esa diferencia era la que hacía notar cuál de los dos tenía un futuro más amplio.
Liliana estaba verdaderamente preocupada por la situación de su reino. Es increíble pensar como un pequeño pueblo de poco más de 5 mil personas pueda adaptarse a cambios tan drásticos y sobre todo, inteligentes.
Con estos C.I, podrían saber si había espías de otros reinos en Glideric o no. ¿Por qué no lo pensaron antes?
¿Tan ciegos y corruptos estaban sus líderes que no les importaba eso en absoluto?
Cómo sea, esa conversación no duró mucho y terminaron cambiando de tema hablando de cosas simples como los viajes, como se sentían y que tal estaba todo.
Adela se había retirado para asegurarse de que la tienda estaba construyendo se bien. Winston decidió dejar a la princesa a solas con Arthur y fue a asegurarse de que sus hombres no estuvieran haciendo desastres.
Liliana se quedó mirando su taza de té fijamente mientras Arthur le hablaba sobre como esperaba que fueran las cosas cuando la gente comenzará a llegar.
—Oye, Arthur... —Interrumpió.
Arthur notó que la princesa estaba cabizbaja.
—Dime, Liliana. ¿Pasa algo? —Preguntó Arthur.
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Rey De Reyes - Volumen 1
Ficción General¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan? Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...