Rey De Reyes - Volumen 1

Capitulo 12

Felronda... así se le conocía a este mundo. Felronda... hogar de reyes, ladrones y asesinos.

Felronda... Un mundo de guerra y sangre, dónde lo único que importa es quien tiene un pedazo de metal en la cabeza.

Ayer quizás un hijo mató a su padre y ocupó su trono, mañana podrían derrocar a un tirano y fabricar uno más... o quizás un reino consumió a otro mediante la guerra.

Este es un mundo donde las personas importantes desconfían hasta de su propia familia, dónde no les importaría vender a los suyos solo para mantener un minuto más de poder, cada quien debía tener ojos en sus espaldas.

Glideric, uno de muchos reinos que se alzaron y se alzarán. Se asemeja a las tribus nórdicas con cercanía al reino anglosajón. Actualmente se encuentra en paz, al menos por fuera. Por supuesto, también es el reino donde nuestro querido Arthur se encuentra.

El rey Baldric Lancaster, hijo de Jarret Lancaster. Es un rey como cualquier otro pero lo interesante de este rey son sus 5 esposas.

Las primeras 2 tienen 2 hijas y 1 hijo.

Las otras 3 tienen 3 hijas y 2 hijos.

Cómo podrán imaginar es una lucha constante y secreta por el trono, esto claro es entre las reinas apoyando a sus hijos, en cuando a las hijas... ellas solo están ahí CASI de adorno, esperando por la única oportunidad de ser útiles. al menos entre el ojo público

Su único uso en sí es ser usadas como objeto político.

Al rey no les interesa sus hijas en lo absoluto y estás solo piensan en dinero y poder. Cómo han crecido con todo en boca creen que la vida es fácil y que pueden hacer lo que quieran cuando quieran.

Pero eso no significa que sean tontas, no. Incluso ellas saben lo que pasaría si simplemente se dedicasen a disfrutar de sus riquezas y poder. Se encontrarían muertas a manos de las hijas de otra reina. Ellas tienen sus propias estratagemas para evitarlo e intentar contrarrestar o alzarse por encima de las otras.

El sentido familiar estaba totalmente destruido, todos los príncipes y princesas, a menos que fueran hermanos de sangre pura, se odiaban entre sí.

Pero no estaba todo perdido, por lo menos una de las princesas si se preocupaba por su pueblo, lo triste de todo era que su reputación era tan mala que la gente la odiaba, todo gracias a sus hermanas.

Aún así, todo aquel que la seguía sabía perfectamente que no era así, por eso la protegían con todo en especial lejos del palacio que era donde a la princesa más le gustaba estar.

Tristemente, el rey no solo debía lidar con su familia, al menos los que iban tras el poder. También debía lidiar con los nobles y ricos, debía lidiar con su ejército. Cualquiera podría intentar hacerse con la corona en cualquier momento.

Maldición incluso la iglesia podría intentar derrocarlo.

En este reino, en este mundo, el poder y el dinero era lo único que importaba.

-¿Están todos muertos?

-Sí, mi príncipe. -Respondió un soldado mientras sacaba su lanza de un cadáver.

-No puedo creer que los otros príncipes sean tan descarados como para planear un asesinato durante nuestra cacería. -Gruñó un hombre.

-Tranquilo, capitán. Mis tontos hermanos piensan que pueden acabar conmigo fácilmente. -Se burló el príncipe.

Príncipe Lander Lancaster, hijo del rey Baldric y su favorito. Posiblemente incluso el más probable a heredero del trono.

-¿Que hacemos con los cadáveres? -Preguntó el capitán.