Capitulo 49

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Faila sorprendía a sus enemigos con los ataques inesperados de sus hojas ocultas.

Robert con su fuerza y ferocidad no perdía tiempo en alargar las cosas, destrozaba a sus enemigos y al instante iba hacia el otro, no le gustaba contenerse lo que terminaba en una carnicería a dónde fuera.

El duo de humano y lobo luchaban juntos como uno solo, Arthur protegía a Ghost y este lo protegía a él. Ya sea bajo la espada de Arthur o las mandíbulas de Ghost, todo a su alrededor se convertía en un charco de sangre y muerte.

Pero no eran solo ellos los únicos que destacaban, los soldados Orlianos dejaron perplejos a sus aliados de Glideric, estos luchaban como si los Fendarianos se hubieran metido con sus familias.

Era la primera vez que vieron a un soldado tomar la lanza de su enemigo y arrojarsela a otro, si bien era posible, nunca habían visto a alguien ponerlo en práctica frente a ellos.

No eran nada comparado con ellos, pero se sentía bastante bien luchar hombro con hombro con ellos.

-¡Mi señor, nuestras tropas retroceden! -Gritó una arquera.

Arthur asintió con la cabeza, degolló a su oponente y se giró hacia sus hombres.

-¡Hombres, retrocedan! -Gritó Arthur.

Sin darle la espalda a sus enemigos retrocedieron y lucharon en la orilla del río, algún que otro Gliderianos murió siendo incapaz de cumplir ambas acciones al mismo tiempo. Si no era por una flecha, era por un enemigo más rápido que él, los Orlianos hacían lo que podían cumpliendo el papel de tanques para ellos.

Al final, los Gliderianos retrocedieron lo suficiente como para que Arthur y sus hombres formen una barrera.

-¡Reunanse con vuestro señor! -Les gritó Arthur a los Gliderianos.

Estos asintieron y se retiraron. Los soldados de Arthur fueron retrocediendo poco a poco hasta los demás Orlianos llegaron a su posición y se unieron a las filas.

La pared humana se fue haciendo cada vez más grande a medida que retrocedían. Las arqueras detrás de ellos los apoyaban disparando lo más atrás posible intentando darle principalmente a la caballería y a la arquería.

-¡Sigan así muchachos, ya casi llegamos al punto B! -Dijo Arthur.

El punto B era el último lugar de resistencia, no podían retroceder más de allí. La mayoría de Gliderianos se estaba formando allí de nuevo mientras Arthur, sus hombres y algunos otros soldados más aguantaban mientras retrocedían los más rápido que podían.

Aunque las cosas iban bien, no todo era perfecto, de vez en cuando un soldado de Arthur era herido pero era rápidamente sustituido por otro compañero manteniendo así la formación y la vida de su compañero a salvó.

Finalmente llegaron al punto B luego de un corto rato de escape y contraataque. Arthur suspiró cuando los Gliderianos reemplazaron a sus soldados.

Arthur dividió sus tropas y les ordenó apoyar a los Gliderianos. Fue a buscar a Iliano quien tenía una venda en el hombro, quizás fue herido por una flecha.

-¿Estás bien? -Preguntó Arthur.

-Esos malditos Fendarianos... -Gruñó Iliano-. Son un fastidio.

-¿Cuántos hombres has perdido hasta ahora? -Preguntó Arthur.

Iliano suspiró.

-No lo sé, como unos... al menos 2 o 3 mil eso es seguro. -Dijo-. Pero sé que al menos hemos acabado con la misma cantidad si no es que un poco más. -Añadió.

Rey De Reyes - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora