Desde el balcón Arthur podia ver cómo sus hombres parecían separar el cuerpo del cardenal con espátulas. Claro, esto solo era una exageración.
Lo que sí podía ver eran los cráteres y árboles arrancados, seguramente por las balas de cañón. De tantos intentos por salir a la fuerza, al final quedaron reducidos a los pocos con los que se topó Arthur.
—¿En qué tanto piensas?
Arthur se giró y vió a Liliana, detrás de ella estaban Adela, Miri, Emilia y Alejandra.
—¿Que hacen todas aquí? ¿No deberían estar descansando? —Arthur las miró confundido.
—¿Qué? ¿Te molesta ver a tus mujeres? —Emilia frunció el ceño, aunque solo estaba bromeando.
Arthur sonrió, se acercó a Liliana y le acarició la mejilla para luego mirar a las demás.
—Ahora el reino es nuestro, ya no tenemos que preocuparnos por el interior sino por lo que hay allá afuera. Más allá de las fronteras y el mar. —Dijo Arthur.
Después de decir eso, negó con la cabeza y sonrió.
—Ahora que el reino está prácticamente en paz, ¿Creen que sea un buen momento para casarnos?
Liliana y Miri abrieron los ojos con sorpresa, Emilia y Alejandra se miraron entre sí.
—Yo creo que sí. Cuánto antes te cases con Liliana y Miri, antes podrás convertirte en rey y preocuparte por asuntos más importantes. —Dijo Emilia.
—Concuerdo, si posponen sus bodas es posible que se llenen de otros asuntos y no tengan tiempo para ello. —Añadió Liliana.
—¿Y ustedes porque no se cuentan así mismas también? Tengan un poquito de fé por lo menos. —Suspiró Arthur.
Ambas lo miraron con sorpresa.
—¡¿Es-Estas diciendo que también quieres casarte con nosotras?! —Emilia estaba perpleja.
—¿Por qué no? Hasta este punto se que no piensan traicionarme de algún modo. —Arthur levantó los hombros.
Todas se miraron entre sí.
—¿Y no te preocupa que nos peleemos por poder? ¿Que nos intentemos matar entre nosotras o algo así? —Alejandra lo miró seriamente.
Arthur forzó una sonrisa.
—Las he visto besarse entre sí cuando lo hacemos, como si se hubieran estado aguantando, no me vengan con eso ahora.
—¡¡¡N-NO HACE FALTA QUE DIGAS ESO EN VOZ ALTA!!! —Las 5 se pusieron como unos tomates.
—¡Idiota! —Liliana le dió un puñetazo en el hombro.
—¡Ja, ja, ja! —La risa de Arthur solo las hizo sentir más avergonzadas.
Las 5 sintieron la necesidad de castigar a Arthur pero justo en ese momento entró Faila y Robert.
—¿Por qué gritan tanto? —Faila levantó una ceja—. ¿Y ustedes por que están todas rojas? ¿Se sienten bien?
—¡C-Cállate! ¡No es de tu incumbencia! —Adela desvió la mirada.
Faila miró a Arthur perpleja. Robert tosió.
—Como sea, Arthur... —Robert le entregó un sobre—. Este es el reporte de batalla de hoy, y todo lo que encontramos.
Arthur le echó un vistazo y frunció el ceño, después le entregó el sobre a Alejandra.
—Espero que esto refuerce tu idea de cambiar a la santa iglesia. —Dijo Arthur con seriedad.
Alejandra lo miró confundida y le echo un vistazo al informe, sus ojos se abrieron de par en par.
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Rey De Reyes - Volumen 1
General Fiction¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan? Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...