Rey De Reyes - Volumen 1

Capitulo 77

—Tenemos que llevar a Adela a otro lugar—Dijo Miri y rápidamente todos hicieron lo posible para ayudarla

Mientras tanto, Arthur continúo avanzando hacia Faila y Feyton

—¡Que no escape nadie! —Rugió Arthur.

No parecía él mismo, su rostro expresaba su sed de sangre y una intensa necesidad de venganza. Cuando uno de los soldados de Liliana se coló para atacarlo, Arthur solo esquivó un poco para desarmarlo, torcer su brazo hasta una posición inversa y atravesarle la garganta con su propia espada.

Fayla y Feyton se quedaron asombrados cuando Arthur pasó junto a ellos a una velocidad casi tranquila, sin mucha prisa pero sin mucha calma y aún así, demasiado firme.

Su objetivo era claro, el asesino que lastimó a su esposa.

—Todo tuyo, Arthur. —Dijo Faila mientras le arrojaba una de sus dagas. Ella también estaba furiosa, nunca pensó que alguien sería tan descarado como para interrumpir una boda.

Los atacaron cuando menos se lo esperaban, y ahora iban a devolverles todo.

El asesino quien se protegía de uno de los soldados de Arthur, notó que su oponente se separaba de él, cuando se dió cuenta de la razón ya era muy tarde.

Se dió media vuelta y al mismo tiempo gritó de dolor cuando le atravesaron el vientre con una daga, justo en el mismo lugar donde dañaron a Adela.

Arthur empujó y retorció la daga antes de sacarla, el asesino intentó escapar mientras intentaba detener el sangrado con sus manos. Notó que Arthur lo seguía a paso tranquilo y por voltear tropezó con uno de sus aliados muertos.

—¡Ven aquí! —Arthur tomó el pie del asesino y lo arrastró hacia él cortándole los tendones de los pies pare que no huyera.

Mientras el hombre gritaba de dolor, Arthur con sus propias manos le arrancó la armadura y el casco, sus gritos fueron tan desgarradores que era imposible no notarlos.

—¡¡¡AHHHHHG AYUDA, QUITENMELO DE ENCIMA!!!

El hombre logro arrastrarse unos centímetros lejos de Arthur y el simple hecho de que este todavía intentase huir solo logro intensificar la furia de Arthur quien apretó los dientes y tomó al hombre por la cabeza clavando sus uñas en su frente y desgarrando su piel sin piedad.

Arthur lo golpeo con su puño en la sien y clavó la daga en la mano del hombre que al mismo tiempo atravesó el piso. El asesino débil pero aún conciente presenció cómo intentaban arrancarle la cabeza con las manos desnudas lo triste para él es que, hiciera lo que hiciera, ya no tenía escape.

Solo podía gritar mientras Arthur tiraba de su cabeza. Las personas a su alrededor e incluso los enemigos se detuvieron y miraron con incredulidad y horror la escena. El cómo Arthur colocaba un pie en la espalda del hombre y tiraba con fuerza de su cabeza.

Los gritos del hombre se detuvieron y fueron reemplazados por el grotesco sonido de huesos crujiendo y carne desgarrándose.

—¡¡¡RRAAAAAAAGHHH!!! —Arthur rugió gradualmente con más fuerza y en su punto máximo todos presenciaron como la cabeza del hombre se separaba de su cuerpo.

Al ser un desmembramiento tan violento, la sangre salpicó a chorros por todas partes, incluído el rostro y el pelo de Arthur. Arthur arrojó la cabeza a un lado, su respiración era tan fuerte que no sabían si era por agotamiento o furia, él se giró hacia los demás, miró a cada uno y apuntó con su dedo a los enemigos restantes.

—Capturenlos a todos. —Dijo y sus hombres reanudaron la batalla con más intensidad.

Winston miró a Robert y suspiró.