Capitulo 25

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-¿Mi señor? ¿Que hace en la forja tan temprano? -Preguntó André.

-¡André! -Sonrió Arthur.

Su rostro estaba algo enegrecido y mugriento, había estado trabajando desde las 4 de la mañana. Hay que saber qué, la gente normalmente despertaba a las 6.

Y actualmente son alrededor de las 7 y media solo que no había forma de saber la hora exacta.

-¿Que está haciendo? -Preguntó André.

-Tuve un sueño revelador, sentí que si no lo ponía aprueba me olvidaría de ello por completo. -Respondió.

André miró los planos en la mesa y frunció ligeramente el ceño.

-¿Un guante? ¿Es una especie de pieza de armadura? -Preguntó.

Arthur sonrió.

-Es algo mucho mejor que eso. -Dijo.

Arthur se colocó el brazal, estiró su mano hacia el rostro de André y la levantó un poco.

*Shiick*

-¡¿Q-Qué?! -Gritó André y retrocedió varios pasos.

Una cuchilla salió del brazal, Arthur soltó una pequeña risa y al mover su mano la cuchilla se guardó automáticamente.

-¿Qué te parece? -Preguntó.

-E-Es... ¡Muy ingenioso! Un arma así... Nadie podría preveer algo así. -Dijo André.

Una vez más la admiración por su líder creció. André no disfrutaba más que ver cómo se hacía maravillas con el metal y la forja.

Por supuesto, Arthur acaba de fabricar la icónica hoja oculta de la saga Assassin's Creed. ¿Cómo podría él un fanático de la historia no haber jugado dicha saga mientras estaba en su mundo?

Sí, era una historia ficticia, pero contenía verdades en algunos hechos o al menos se creían que era así. Cómo la declaración de independencia en Assassin's Creed 3.

-¿Planea darle esta arma a sus soldados? -Preguntó André

Arthur negó con la cabeza.

-No, solo a un grupo especial enfocado en misiones de sigilo o exploración. -Explicó-. Estás cuchillas fácilmente podrían ocultarse bajo o como parte de la ropa, solo bastaría con un simple gesto de la mano y...

Arthur movió su mano y la cuchilla salió al instante, volvió a hacer el gesto y está se escondió.

-Entre más lo veo más me sorprende... -Dijo André.

Arthur sonrió y se acercó a la mesa.

-Aqui tienes los planos, André. Quiero que me hagas 50 de ellos. Ya sabes, dos para cada persona... Y uno extra para mí.

Arthur señaló su mano libre, solo tenía uno y quería el par. Sí, Arthur tuvo un sueño con respecto a la icónica saga y sintió que se arrepentiría si no lo traía a este mundo.

-Bueno, te trabajar en paz, hoy tengo un viaje a Ornsted. -Dijo Arthur

-No pensé que fuese a salir tan pronto. -Dijo André.

-Yo tampoco. Pero parece que está molesta así que si no voy quien sabe que podría hacer. -Explicó.

Así que Arthur se fue, formó a su grupo de 40 personas y partió hacia Ornsted. Obviamente no traían sus armaduras ya que el mundo no estaba preparado para presenciarlas. En cambio usaron las viejas, todavía eran funcionales.

Tardarían un par de días en llegar así que debían darse prisa, no vaya a ser que Adela le haga la vida difícil a Arthur.

...

Rey De Reyes - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora