Rey De Reyes - Volumen 1

Capitulo 57

Al día siguiente, en el coliseo real.

Nobles, ricos y plebeyos venían a presenciar el torneo anual, normalmente ocurriría en octubre pero se adelantó por la victoria en la guerra, a las personas no les importa cuando, solo querían ver a otros pelear.

—¡Representando a la casa Mallory y en nombre de la primera princesa... el heredero, Elliot Mallory! —Gritó el anunciante real.

La gente estalló en aplausos, Elliot era como un héroe para la mayoría solo por ser el descendiente del general Mallory.

También aparecieron otras casas menores pero lo que más le llamó la atención a Arthur fue una en específico.

—¡Representando a la casa Greenhart, Vicente Malboro!

—Eh, no pensé que mi familia haya llegado a un acuerdo con los Malboro. —Mencionó Adela.

—¿Eso es malo? —Preguntó Arthur.

Adela soltó una pequeña risa.

—Se supone que ese imbécil era mi prometido. Pero como me fui de casa rechazando todo lo relacionado, las cosas entre ambos no fueron muy... Tranquilas.

Arthur asintió con la cabeza, Adela suspiró y abrazó a Arthur por la espalda.

—Cuanto antes me des tu apellido mejor.

Arthur podía sentir como ella quería quitarse ese peso de encima. Hoy en día no es tan importante pero en su época, el apellido tenía un significado muy fuerte y pesado.

Finalmente fue el turno de las princesas para presentar a sus luchadores, cada vez que el anunciante decía;

—¡Representando a la primera princesa...! —La princesa mencionada se levantaba y poco después su luchador aparecía.

Todas las princesas excepto las dos últimas tuvieron un luchador pero justo cuando el anunciante estaba por dar iniciado el torneo, una persona se le acercó al oído.

—¡Ajam! ¡Representando a la princesa Nanya Lancaster...! —Gritó el anunciante.

Todos miraron con sorpresa a la joven princesa, está tenía una cara de no saber que estaba pasando.

—¿Eh? ¿Y-Yo? —Preguntó, luego se levantó y con un poco de nervios sacudió su mano.

—¡Sir Arthur Graywolf de Orley! —Continuó.

Arthur salió con la frente en alto no sin antes despedirse de su secreta esposa. Al salir a la luz, miró en dirección al balcón real y saludó a la princesa de pie.

...

—¡¿Hah?! ¡¿Sir Arthur está apoyando a la princesa Nanya?! —Preguntó Selise casi levantándose de su asiento.

La reina Rolanda estaba perpleja por este repentino giró de los acontecimientos pero no menos contenta de ello. Miró a su alegre hijita con una pequeña sonrisa.

—Si Nanya logra que nos hagamos con el papel, la arcilla fina y las minas de sal de Orley, definitivamente pondré mis inversiones sobre ella. —Pensó.

Úrsula creía que Nanya era de cierto... agrado... para Arthur, por supuesto no podía estar más equivocada.

...

—¡¿Ha?! ¡¿Representar a Nanya en el torneo?! —Preguntó Liliana con incredulidad.

—¿No puedo hacerlo? —Preguntó Arthur como si estuviera confundido.

—B-Bueno, nada te lo impide, pero... ¿Por qué? —Preguntó Liliana.

Arthur sonrió y levantó los hombros.