Capitulo 70

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Orley superó enormemente las expectativas de Elena y Selise, saber que todo lo visto y experimentado fue hecho por el propio Arthur solo mejoró las cosas.

Decidir llevarse bien con Liliana y Arthur sin duda fue la mejor decisión posible. Solo disponiendo de sus confianzas eran capaces de conseguir lo que querían.

Comida excelente, ropa de lujo, productos costosos. Al principio dudaban de si tomar Orley por la fuerza o lentamente por algún tipo de deuda, pero luego de ver cuan fuerte era su infraestructura se dieron cuenta de que lo más lejos que podrían llegar es a dar pena.

Selise solo pensó que la única forma de tener a Arthur de su lado es que Liliana se case con ella. Sabía que Liliana tenía sentimientos por él así que pensó que si la apoyaba con todo su actitud sarcástica y desdeñosa cambiaría a una agradecida y confiada.

Y en parte era así, luego de seguir animando a Liliana a casarse, está no pudo negar que se sentía bien que la apoyasen.

—Me gustaría decir que puedo conseguirte un buen vestido pero creo que la señorita Paula superaría cualquiera de mis ofertas. —Suspiró Selise.

—Al menos podríamos pagar parte de la boda, ¿Sería mejor hacer la boda aquí o en la capital? —Añadió Selise.

—¡Aún es demasiado pronto! —Se quejó Liliana.

Selise soltó una pequeña risa.

—Ay, querida. Si ese fuera un problema jamás me habría convertido en reina. El tiempo no perdona a nadie. En aquel entonces solo era una noble menor que por casualidad se encontró con el príncipe que hoy es rey.

Selise suspiró con orgullo y nostalgia.

—Fue fácil seducir a tu padre. Por "casualidad" me vio en los baños del palacio y pensó que era una sirvienta que se escabulló. Supe desde un principio que me estaba espiando, solo tuve que actuar tierna e inocente, para cuando se dió cuenta de quién era ya fue demasiado tarde.

Selise soltó una pequeña risa, luego recordó algo y su rostro se arrugó un poco.

—Aunque en ese entonces era muy bruto, lo bueno es que solo tuve que aguantar hasta que mi padre llegase.

Ambas princesas se sintieron algo avergonzadas.

—¿Y-Y que pasó después? —Pese a todo, Elena estaba intrigada, su madre nunca había contado esta historia.

—Mi padre era terco y de muy mal genio, casi decapita a tu padre al instante. Al rey en ese entonces le preocupaba la imagen de la familia real por lo que vuestro padre sí o sí tuvo que tomar la responsabilidad y más aún cuando se hizo público mi embarazo. —Selise soltó una pequeña risa—. Y así fue como prácticamente me convertí de la noche a la mañana en la segunda reina. Minerva estaba hecha una furia, intentamos matarnos en varias ocasiones hasta que de repente pasamos de 2 a 5 esposas.

Selise suspiró cansada.

—Ya de ahí las cosas se pusieron difíciles. Si Minerva se exponía demasiado y acababa conmigo, al mismo tiempo alguien podría aprovechar y apuñalarla por la espalda. Nos volvimos muy precavidas desde entonces.

Elena y Liliana se miraron entre sí, Selise salió de sus pensamientos y las señaló.

—Es por eso que deben tener sus objetivos por encima de sus sentimientos. Solo los más astutos alcanzan la grandeza, como yo que pasé de ser una simple noble menor a reina y aunque vuestro padre es una rata inmunda, no me arrepiento de mi decisión.

Selise acarició las mejillas de sus hijas y sonrió.

—Lo mejor que pude conseguir de él fueron ustedes y Henry. Son lo más valioso que tengo y no me detendré hasta asegurarme que vuestras vidas estén preparadas.

Rey De Reyes - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora