Rey De Reyes - Volumen 1

Capitulo 20

-En cuanto crucen dejen el puente abajo pero cierren el portón. -Ordenó Arthur.

-Si señor.

-Mi señor, tenga cuidado. He escuchado que la princesa Liliana es un monstruo cruel y despiadado, odia a la gente que se le opone y no dudaría en iniciar una masacre si es necesario. -Explicó Robert.

-¿Y como es que no estamos siendo atacados? -Lo miró Arthur.

Robert se quedó tieso ante su pregunta, ciertamente pensó en ello pero no pudo determinar la razón.

-Creo que esos rumores son falsos. -Dijo Arthur.

La princesa Liliana comenzó a cruzar con sus hombres, sus ojos se encontraron con los de Arthur y después de que todos cruzará, el portón bajó.

Liliana se dió cuenta de que solo el puente estaba abajo, supuso que para mantener a sus hombres afuera más tranquilos, o ver cuándo el mensajero regrese.

-Saludos princesa, Bienvenida a nuestro hogar. -Dijo Arthur y se arrodilló.

-Bienvenida, princesa. -Lo siguieron sus hombres.

Arthur era un plebeyo que fácilmente se haría pasar por noble, pero aún así, estaba frente a una princesa en su propio reino.

-Levantense. -Dijo Liliana, luego miró a Arthur-. Antes quiero hacerle una pregunta, joven Arthur.

-Soy todo oídos, princesa. -Dijo.

-¿Ha oído hablar de mí antes? -Preguntó

Arthur asintió con la cabeza.

-He oído rumores.

-¿Y los cree? -Preguntó.

Arthur negó con la cabeza.

-No me fío de los rumores... ¿O es verdad lo que dicen? -Preguntó Arthur.

-¡Por supuesto que no! -Dijo Winston-. ¡La princesa Liliana es la princesa más amable y de corazón puro en todo el reino! ¡De toda Felronda! -Exclamó-. ¡Todos esos rumores son falacias! ¡Mentiras, diseñadas para difamar y destruir la imagen de nuestra querida princesa!

-Calma Winston. -Dijo la princesa-. Lo siento por eso, pero lo que dice Winston es cierto. Solo son rumores.

Arthur asintió con la cabeza.

-Lo supuse cuando hablé con usted. ¿Cómo podría la infame Liliana hablar de paz con refugiados? -Dijo Arthur y sonrió-. En fin, vengan, les daremos un recorrido por nuestro hogar.

Y así, montaron a caballo en dirección al pueblo mientras Arthur explicaba como comenzó todo esto.

-Luego de rescatar a los aldeanos, asaltamos la guarida de bandidos y así fue como hemos estado creciendo, rescatando a los inocentes que lo perdieron todo. Les ofrecemos una nueva y mejor vida aquí. -Explicó-. Pacífica y prospera.

-Eso es increíble. -Sonrió Liliana-. Es usted una persona muy honorable, Joven Arthur.

Winston asintió con la cabeza.

-Gracias, princesa. Pero por favor, solo llámeme Arthur. -Dijo.

Liliana asintió con la cabeza.

Pronto llegaron al pueblo, tanto Liliana como Winston y sus hombres se sorprendieron al ver las calles pavimentadas, los edificios de piedra y los techos de una especie de tabla roja rocosa.

¿Cómo podría este lugar llamarse un refugio?

También estaba limpio y muy colorido, la gente había regresado en cuando Arthur envío un soldado para avisar que era seguro, a medida que pasaban, la gente los saludaba y miraban a los caballeros con interés.