Capitulo 68

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Arthur sacó un pedazo de tela negra debajo del escritorio, todos se preguntaron que más había allí abajo pero ninguno revisó, solo esperaban la siguiente demostración de Arthur.

—Quiero que cada uno toque esto y me diga que piensan. —Arthur les entregó la "tela".

Uno por uno la fueron acariciando y analizando, era un material nunca antes visto y extraño, parecía cuero pero definitivamente no lo era.

—Esto no es cuero, pero tampoco es tela... Solo sé que no viene de ningún animal. —Dijo Paula.

Arthur asintió con la cabeza.

—Tienes razón, no es nada de eso y definitivamente no es ningúna parte de algún animal. —Arthur tomó la pieza de nuevo y se las mostró—. Se llama caucho, y al igual que el foco y la electricidad, es un material que facilitará vuestro trabajo en general... Exceptuando un poco la sastrería. —Dijo Arthur, Paula se sintió algo decepcionada.

Arthur soltó una pequeña risa.

—Verán, con este material podemos hacer equipo de seguridad, botas, mangos de herramientas, guantes... Cosas que facilitarán el trabajo pesado o en vuestro caso, industrial.

—¿Industrial? —Preguntó Salas el carpintero.

Arthur asintió con la cabeza.

—Ese es el término correcto para vuestras áreas de trabajo. La industria minera, la industria agrícola, la industria maderera... En teoría, cualquier tipo de producción en masa se considera una industria. —Explicó Arthur.

—¿La industria pesquera? —Añadió Liliana.

—Correcto. —Asintió Arthur y miró a Héctor el encargado de la agricultura—. Verán, este material proviene de algunos árboles en específico.

Cuando Arthur dijo eso, Héctor abrió los ojos recordando el día en el que Arthur se apareció y le pidió que le hiciera algunos cortes a algunos árboles recolectando la savia que goteen.

—Antes de poder producir electricidad, es importante estos equipos para que todos trabajen bien y seguros. Recuerden, si la producción va bien, la economía fluye sin problemas. No podemos simplemente inventar cosas descuidando todo lo demas. —Todo el mundo asintió con la cabeza.

—Ya conocen todos los baños públicos o Santuarios de relajación como los suelen llamar. Si se han preguntado cómo es que el agua llega a ellos ahora imaginen que cada casa tiene su propio sistema de agua, un baño personal solo para tí o agua para cocinar o lavar sin necesidad de buscar el pozo más cercano.

Ante su explicación todo el mundo abrió los ojos imaginando como sería semejante milagro.

—Llevar agua a cada vivienda no es muy complicado, de hecho pude haberlo hecho mucho antes que los baños públicos. La razón por la que no lo hice fue por motivos sanitarios, el agua puede contener suciedad u otras cosas dañinas para la salud. —Explicó.

—Pero señor, el agua de los santuarios se ve limpia. —Dijo André.

—Oh sí, es apta para bañarse, incluso se puede beber pero ya saben, la gente se baña ahí constantemente, aunque de todos modos no se recomienda hacerlo. Esa agua se pensó para bañarse, no para consumirse.

El agua de los pozos por otro lado, naturalmente viene filtrada a medias, al cocinar con ella se pierde las bacterias y microorganismos restantes, gracias a Arthur la gente suele hervir el agua antes de consumirla por si acaso.

—¿Entonces como podemos hacer que el agua llegue limpia a las viviendas? Además, ¿tal proceso no sería costoso? —Preguntó Adela.

—No demasiado, costoso sería el mantenimiento pero el precio inicial y constante es la menor de mis preocupaciones. —Respondió, luego suspiró—. Estamos comenzando a divagar así que vayamos al grano.

Rey De Reyes - Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora