Luego de hacerle una visita a Orley, todo el mundo quedó complacido y celebraron las grandes noticias de Arthur.
Ahora el reino estaba siendo unificado, cosas buenas sucedían alrededor del reino y gracias a la ley marcial los crímenes disminuían constantemente.
Algunos nobles intentaron rebelarse por ello pero solo consiguieron arruinarse a sí mismos, los bandidos estaban siendo masacrados y los caminos se volvían cada vez más seguros. Aparte de eso, mucha gente había estado viniendo a Orley con montones de preguntas.
La gente había escuchado que Orley era el paraíso que todos deseaban. Rico, próspero, tranquilo. Mucha gente fue allí solo para informarse como lo habían conseguido.
Y la respuesta de todos fue prácticamente la misma, todo fue gracias a su queridísimo señor Arthur. Ya sea por investigación propia o por los recientes acontecimientos, la gente se dió cuenta de que estaban siendo liderados por un buen hombre, cosa que les dió esperanza.
Mucha gente también vino buscando refugio o una mejor vida pero lamentablemente, no todos fueron recibidos. Los que si lo fueron estaban siendo educados para ser funcionarios leales en nombre de Arthur.
Aprenderán a recibir y ejecutar órdenes al pie de la letra. Arthur estaba siendo estricto sobre esto ya que estas personas serían alcaldes o gobernadores. Lealtad, respeto, amabilidad, responsabilidad. Eso era lo que Arthur quería y esperaba de estas personas.
Para Arthur quien estaba viviendo en una época dónde opinar ante la realeza podría conllevar a la muerte, era bastante fácil manipular las mentes de los más "débiles".
Arthur poco a poco se estaba convirtiendo en un dios para ellos quienes en quien sabe cuánto tiempo habían visto progresos en sus casas. En sus vidas.
Desde el sur hasta el norte, Arthur fue implementando nuevas reformas y leyes, construyendo escuelas, hospitales, fuentes de agua y comida, todo mientras conocía a su pueblo y su gente junto con sus esposas.
El dinero que había en la tesorería real junto con el dinero confiscado de nobles corruptos MAS los propios ingresos de Orley y Adela, hacían que la palabra imposible no existiese cuando de hacer reformas y proyectos se tratase.
Estamos hablando cifras de hasta millones en oro. Cuando Arthur vio lo que tenían amasado por primera vez, pensó que estaba en la ciudad perdida de "el dorado".
Parecía hasta una escena de caricatura vieja dónde las pilas de monedas llegaban hasta las nubes.
Pero tanto dinero conllevaba un problema. Su transporte. Aparte, el hecho de que tengan tanto dinero solo demostraba cuan peligrosa era la inflación del país.
Si fuera en la actualidad, sería totalmente insostenible. Pero como estaban en una época medieval dónde no existía el lujo de la tecnología y los vicios de la comodidad, las personas, en especial las aldeas, se preocupaban más por qué comer que por cuánto dinero tenían.
La mayoría hasta preferirían hacer trueques que comerciar con dinero. Pero claro, en las ciudades era diferente...
Todo eso iba a cambiar, da igual el tiempo pero Arthur confiaba en que muy pronto cuando la gente se adapte a sus nuevas reformas y sus nuevas vidas. Por supuesto también, cuando ya sean completamente leales.
Por ahora, el tema del agua y comida se estaba solucionando, cuando la economía lo permita, escuelas y estudiantes igual a carreras profesionales y expansión, construir el banco real que sería el banco oficial de la corona para el pueblo lo que daría a mejor gestión y el inicio del papel moneda.
Y mientras tanto también podría expandir su poder militar reclutando nuevas tropas, preferiblemente jóvenes de mente moldeable, para cubrir el enorme tamaño del país y preparase para cualquier tipo de situación.
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Rey De Reyes - Volumen 1
Ficción General¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan? Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...