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Narrador omnisciente:

Harry estaba en el baño de la habitación, con su navaja en mano y bastante sangre corriendo por el agua de la bañera, el castaño suspiraba lleno de placer al sentir satisfacción al cortarse.

Harry salió de la bañera y se puso en posición fetal, mientras empezaba a llorar al recordar todo lo que ha sufrido en manos de sus tíos.

Él recuerda bien como a sus apenas seis años, Vernon Dursley empezó a abusar de él, recuerda muy bien como le quitó esa inocencia que él tenía, la inocencia que tiene un niño de seis años.

O como olvidar el primer azote que le dió su tía Petunia, cuando tenía tan solo cuatro años, son recuerdos borrosos pero que recuerda como si fueran ayer.

Lanzándose un leve y bajo episkey, Harry salió del baño y se acostó en su cama, sin percatarse de que Draco lo estaba observando.

Oficina de Gilderoy Lockhart, 30 de octubre 1992

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Oficina de Gilderoy Lockhart, 30 de octubre 1992.

10 : 00 pm.

Harry estaba muriendo del aburrimiento le había tocado castigo con Lockhart simplemente por Anuar lo había acusado de romper uno de los cuadros del hombre, y claro; al ser Anuar igual o más famoso que Lockhart por ser 'el niño que vivió'.

Harry seguía empaquetando las fotos en las cartas de las admiradoras de Lockhart cuando logró escuchar una voz con un tenues aliento y fría como el hielo, que susurraba suavemente.

– Ven...., ven a mi... deja que te desgarre...deja que te despedace... déjame matarte.

Harry dio un salto, y un manchón grande de color lila apareció sobre el nombre de
la calle de Verónica Smethley.

– ¿Qué? - gritó.

– Pues eso - dijo Lockhart - ¡seis meses enteros encabezando la lista de los más vendidos! ¡Batí todos los récords!

– ¡No! - dijo Harry asustado - ¡La voz!

– ¿Cómo dices? - preguntó Lockhart, extrañado -  ¿Qué voz?

– La... la voz que ha dicho... ¿No la ha oído? - Lockhart miró a Harry desconcertado.

– ¿De qué hablas, Harry? ¿No te estarías quedando dormido? ¡Por Dios, mira la
hora que es! ¡Llevamos con esto casi cuatro horas! Ni lo imaginaba... El tiempo vuela,
¿verdad? - dijo Lockhart tratando de ocultar el terror que estaba sintiendo.

Harry no respondió, agudizaba el oído tratando de captar de nuevo la voz, pero no  oyó otra cosa que a Lockhart diciéndole que otra vez que lo castigaran, no tendría tanta suerte como aquélla. Harry salió, aturdido.

Frágil ❄︎ Harco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora