Frágil ❄︎ Harco

66

Narrador omnisciente:

– ¿Él te lo hizo, cierto? - preguntó Harry y Draco lo miró asustado a través del espejo - responde, Draco.

– ¿Qu...qué haces aquí? - le contestó el rubio y Harry se acercó a él - vete, vete por favor.

– No, no me iré - le dijo Harry y tocó el morento que Draco tenía en la mejilla - Oh, mi sol, mira como te tiene...

– No, no vengas a mirarme como un fenómeno, Harry - le respondió el contrarío y apartó su rostro de la mano de Harry - tengo suficiente con que los Potter me miren así, con lástima y asco.

– ¿Disculpa? - preguntó el miope indignado - Draco, yo no te estoy viendo como un fenómeno, ni mucho menos con lástima o asco, para mí tú eres perfecto y lo sabes.

– Mira, ya mejor vete con tus cuentos para otro lado, yo no necesito tus palabras, vete - dijo mirando hacia otro lado y Harry sintió un pequeño dolor en su pecho.

– Está bien, si así lo quieres, me iré - contestó y se dirigió hacia la puerta - pero...si un día me necesitas yo estaré para tí, te amo.

– ¿Enserio te dijo eso? - preguntó Blaise y Harry asintió - lo siento mucho, Hazz, la verdad yo tampoco he podido hablar con él.

– Ni yo - mencionó Pansy - el sucio e idiota de Anuar no lo deja ni ir solo al baño.

– Necesitamos hablar con él - dijo Luna - yo creo que Hermione sería la indicada, ella es Gryffindor y además, te puedes sentar a su lado en la cena.

– ¡Es una gran idea, Luna! - exclamó Neville - si Hermione logra hablar con él, tal vez, podríamos estar a su lado.

– Así Anuar.... - dijo Theo - ¡no podría hacerle daño!

– Exactamente, chicos, eso es lo que debemos hacer - los felicitó Harry - Hermione...¿que dices?

– Qué lo haré, Harry - contestó la castaña.

Al llegar la cena, Hermione estaba algo nerviosa, pues, desde que Draco se fue de Grimmauld Place, no habían hablado ni nada.

Sentándose al lado del rubio le pasó una nota, la cuál él inmediatamente leyó.

Dray:

“Nos vemos en la biblioteca a las ocho en punto, quiero hablar contigo de algo importante para mí y Pansy”

Hermione.

Biblioteca de Hogwarts, 02 de septiembre 1996.

– Puedes confiar en mi, lo sabes - le dijo Hermione a Draco - eres mi amigo, Draco.

– Yo.. Herms, estoy harto de todo - le respondió Draco - Anuar, él no deja de pegarme y abusa de mi cada vez que quiere...yo no sé qué hacer.

– Oh por merlín, Draco - exclamó la castaña - debes contárselo a Harry..

– Él me siguió a mi habitación luego de la cena de bienvenida - confesó el rubio, algo que Hermione ya sabía - y miró mis moretones....pero...lo eché, Hermione, lo eché porque no quiero que me siga defendiendo si yo le hice tanto daño al casarme con Anuar.

– Ay, Draco - le dijo Hermione y lo abrazó - él te ama, y sabes que eso no le dolió tanto que como verte así, lleno de moretones en el rostro.

– No mientas, él me odia, lo sé - le contestó él separándose del abrazo - lo sé... él me odia.

Hermione no le contestó y solo se dedicó a acariciarle su pelo..

– ¿Porque estabas tan calmado en la cena, Albus? - preguntó James - creí que atacarías a Harry, son pensar en nada.

– Oh, no, mi muchacho - contestó Dumbledore - no es el momento, no aún... además aún faltan cosas por saberse.

– Bueno, el año pasado lograste tu objetivo - dijo Lily - asesinar a Black, aunque, aún estoy molesta por lo de la profecía.

– Lily, esa profecía era falsa - mencionó Dumbledore y la mujer abrió los ojos - la verdadera profecía está muy bien guardada...