Frágil ❄︎ Harco

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Narrador omnisciente:

20 de mayo 1996...

En una habitación llena de lirios, con cortinas y sillas blancas.

Estaba un pelirrojo con una camisa blanca, pantalones y túnica negra, estaba esperando a alguien a quién anhelo durante tanto tiempo y al fin lo tendría entre sus brazos.

– ¿Está tardando mucho, no? - le preguntó Anuar nervioso a Lilly - estoy harto de esperar..

– No te preocupes, cielo - le contestó la pelirroja con dulzura - mira, quién viene ahí..

Anuar volteó y observó la imagen más hermosa ante sus ojos.

Por la puerta tomado del brazo de su padre, iba Draco, con su rostro totalmente inexpresivo y una mirada triste pero firme como todo un Malfoy, sus ojos estaban levemente hinchados, pues; el rubio pasó gran parte de la mañana llorando, llevaba puesta una larga y blanca túnica, y su hermoso pelo rubio que estaba tomando un aspecto gris; estaba peinado hacia un lado siendo sostenido por un diminuto broche.

– Suerte en tu nueva vida, Draco - le susurró Lucius al oído y él lo miró herido - no me mires así, mi dragón, verás que estarás muy bien con Anuar.

Llegando al altar, Draco se posicionó frente al pelirrojo que le dedicó una sonrisa emocionado, por un momento pensó que era Harry, pues, era casi su misma sonrisa, pero no; no era él, no era su Harry.

– Luces perfecto, mi Draco - le susurró Anuar y el rubio estuvo a punto de insultarlo pero quién los iba a casar llegó.

– Anuar William Potter Evans - el nombrado volteó - ¿acepta usted a Draco Malfoy como su esposo?

– Acepto - contestó el pelirrojo con emoción - acepto mil veces.

– Muy bien - aprobó el mago - Draco Lucius Malfoy Black, ¿acepta a Anuar Potter como su esposo?

Draco no contesto nada, al estar metido en sus pensamientos, que solo reflejaban el rostro de Harry.

– ¡Señor Malfoy! - exclamó el viejo mago y el Rubio salió de su trance - ¿acepta usted a Anuar Potter como su esposo?

– Yo... - Draco divago mientras miraba hacia los invitados y en unas sillas en el fondo miró como estaba Tom Riddle y Severus Snape, quienes lo miraron con cariño - aceptó...

– Bueno, pues señor Anuar ya puede besar a su esposo - el pelirrojo se acercó a Draco quién alejó su cabeza pero fue agarrado por la nuca haciendo que igual sus labios se tocaran, quisó vomitar.

Los labios de Anuar no eran los de Harry.

No sus labios eran amargos con un sabor a tabaco y whisky de fuego.

Mientras que los de Harry eran tan dulces como él, con sabor a fresa.

– Felicidades, corazón - le dijo Severus y Draco lo abrazó fuertemente - ¿qué pasa?

– ¿Cómo está él? - preguntó - padrino...¿Harry está bien?...

– Llegó llorando donde nosotros, pero está más calmado - le contestó el mayor - Draco...¿esto era realmente lo que querías?

– No.. - dijo el rubio y rompió en llanto, Severus se lo llevó a una de las tantas habitaciones que habían en la mansión Potter - y..yo..no quería, padrino.

– ¿Qué pasó realmente? - le preguntó Tom entrando a la habitación - Draconis - fue y le acarició su mejilla.

– Él... Anuar me amenazó con matar a mi madre, sino, me casaba con él - confesó el rubio y Tom apretó su puño con furia - dejé a Harry por eso... porque ella es mi madre..y no la iba a dejar morir.

– Tranquilo, si ese es el caso, Harry hubiese entendido - le dijo Severus y Draco negó.

– No le digan nada - dijo en un susurro - él no lo debe saber, yo se lo diré el día que esté preparado...

En un bar muggle se encontraban Harry, Pansy y Hermione, éstas últimas acompañando al castaño, tomando a más no poder.

Harry estaba totalmente herido y lo único que quería era atascarse de comida y tomar muchísimo alcohol para vomitar, y tal vez; morirse, o eso deseaba él, acabar con el dolor que sentía.

– Harry, ya, vámonos - le dijo Pansy no tan borracha como él - estás tomando bastante y eso no te hace bien.

– Déjame...¿él no me quiere, porque...soy horrible, verdad? - preguntó Harry llorando.

– No, claro que no lo eres, Hazz - le dijo Hermione y le dirigió una mirada preocupada a su novia.

– Saben que si lo soy, soy un fenómeno, soy un asesino, soy horrible....