Nos faltó darnos cuenta que de verdad nos queríamos. Nos faltó ver las consecuencias de que si nos alejábamos, íbamos a querer volver. Tal vez no en un futuro cercano. Quizás tampoco en ese intento de recuperar todo lo bonito. Puede que tampoco ahora que estamos tan lejos, y tu estás tan feliz embriagada por tu orgullo y falsas promesas. Pero estoy seguro que algún día volveríamos a intentar recuperar una vez más todo esto. Cansados de la búsqueda incesante de otras bocas donde los "te quiero" se degustasen con ese toque de infinito que tan solo nosotros sabíamos otorgarle a cada beso. Y al volver a luchar por nuestro amor lo encontraríamos todo roto. Mi corazón con el tuyo. Nuestras pupilas después de romperse tantas veces en llanto. Las promesas, las ilusiones, los planes de futuro. Mis labios ya agrietados por no poder besar los tuyos. Todo el mundo que creamos a base de caricias y besos yace ya en ruinas. Entre escombros aún se asoman resquicios de aquella felicidad que consiguió endulzar nuestras vidas durante tantos meses. Como las flores que crecen en los tejados y balcones de los edificios abandonados. Dando algo de color y vida a un lugar tan muerto y desolado. Que guapa estabas desnuda, con los ojos vidriosos, despeinada, y rogando para que me acurrucara en tu pecho. Que guapa estabas vestida con una sonrisa, y con mi mano apretando fuerte la tuya, mientras nos perdíamos entre esas calles llenas de invierno y de personas. Te sigo viendo, y observo que algo te falta. Tal vez sea yo. Ojalá. Cariño, recuérdame ahora que otro te quiere y comparte cama contigo. Y piensa que él no te ha besado como yo. Que quizás cometimos el error más grave de nuestra vida al separarnos, y aun pagamos las consecuencias. Y yo vida mía, estoy tan cansado de equivocarme sin ti.
