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He pensando tanto en escribirte todo lo que te echo de menos. Aunque se que ya no me leerás. Es mi forma de gritar al mundo lo que aun te quiero, y lo carente que soy a esa necesidad constante de ti. Que sería capaz de saltar al abismo de tus clavículas si me lo pidieses, y de morir una vez más a tu lado. Otro invierno preso de la magia que esconden tus ojos verdes, a pesar de los daños, y de los mismos años. Triste es que ya tan solo nos queden recuerdos, indirectas que nos olvidan, y promesas llenas de palabras vacías y sin cumplir. Palabras mudas que silencian hasta a el mismo infinito. Dejando heladas las ganas de comerte los sueños a besos, de enredar en tus pestañas todas mis mañanas, y de hacerte un hueco en mi cama en esas noches largas de soledad e insomnio. Dedicando al techo todas las miradas en las que anhelo morir reflejado en tus pupilas. Imaginando un futuro a tu lado que no llega. Con todas las promesas ahogadas por el mar de olas de mis sábanas, sin esperanza alguna de encontrar la orilla de tu piel. Y así hallar de nuevo el mapa de tus lunares, para descifrarlo y poder ser feliz. Como solía ser, como siempre debió ser. Y es que soy tan triste sin ti. Solo un esbozo desdibujado de la sonrisa más grande que existió jamás. Esa que nacía de mi boca tras comerme la tuya. De color gris pinto mis días ahora que ya no tengo el rojo carmín de tus labios al besarme. Y es que la vida no era de color de rosa, sino del tono que ella decidía pintar sus labios. Que feliz fui, y que poco me reconozco ya. A veces solo es que me echo de menos a mi mismo, todo aquello que fui a tu lado, y todo lo que fuimos juntos. Y es que en ocasiones no somos conscientes de lo felices que somos. Tal vez necesité perderte para comprobar que el amor no es perfecto, y que no existen los cuentos de príncipes azules, y princesas que necesitan ser rescatadas de sus castillos. Nada de amores perfectos, y de comer perdices. Tan solo dos locos que deciden unir sus labios para sobrevivir al mundo y a sus problemas. Para amar, y ser felices juntos pese a todo.

Poesía para días grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora