Día 1333 junto a ti:
A veces pienso que cuesta creer que seas de verdad. A veces pienso que junto a ti lo quiero todo, y que no me puedo imaginar un futuro en el que ya no vuelva a escuchar tu voz, en el que no pueda volver a ver el brillo de tus ojos cuando me dices que me quieres y en el que no vuelva a besar tus labios o pueda hacerte de reír. A veces pienso que ojalá te pudieras poner en mi lugar para observarte desde mi perspectiva, y que así seas capaz de ver que no te miento cuando te digo que si sonríes yo también lo hago porque es inevitable y no lo puedo controlar; y que si lo haces no hay días grises a los que tu sonrisa no les pueda. A veces pienso que ojalá te pudieras ver aunque sea una sola vez desde mis ojos, tal vez así no dudes más de ti misma cuando en ocasiones el mundo te puede y te vienes abajo mientras me dices que no puedes más, que te rindes, quizás así veas que eres increíble y que aunque tú a veces no lo veas así yo sé que puedes con todo, como hasta ahora. A veces pienso que eres suerte, de esa que si la cuidas lo suficiente te dura toda la vida, de esa que te da un beso de buenas noches y se adueña del lado izquierdo de tu cama para dormir abrazada a ti en una noche fría de un sábado cualquiera, de esa que hace de tus domingos un viernes por la noche, o de esa otra que hace París de tu habitación con un beso y nada más. A veces pienso que te has hecho imprescindible en mi vida; junto a todas tus manías a las que juro no buscarles una explicación y si entenderlas, tu risa única y contagiosa, tus ganas infinitas de querer viajar junto a mi, todos tus planes de futuro que se que tienes preparados para nosotros dos y a los que prometo estar siempre a la altura, tu superpoder de saber juntar con un abrazo todos los pedazos en lo que a veces me rompo para que así el mundo no duela tanto, y esa costumbre tan tuya de quererme como siempre quise que me quisieran.
