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Nos echo de menos. No se me ocurría nada mejor para empezar a escribirte. Y es que ese podría ser el título del resto de mis dias. Nos echo de menos. Extraño a quienes fuimos hace ya mucho tiempo, más del que quisiera. Extraño a ese chico de mirada infinita y a aquella chica de sonrisa eterna por la que me volví loco. Como bien sabrás, he perdido ya la cuenta de los días desde que no amaneces en la que para mi sigue siendo nuestra cama, con el sol reflejado en el mapa de los lunares de tu espalda, por donde tantas veces caminé con las yemas de mis dedos dando pequeños pasos de astronauta, como queriendo descifrar de aquella manera el infinito perdido que escondías. Nos echo de menos. Y espero que tú también lo hagas. Que no pase ni un solo día en el que te mires en el espejo y el reflejo de este te devuelva un montón de recuerdos, y que por un instante me veas a mi reflejado en ese espejo, como cuando aparecía por detrás tuya con una media sonrisa para comerte a besos por el cuello, para darte un abrazo por la espalda y unir mis manos en tu vientre a la vez que te susurraba al oído lo guapa que estabas siempre. Nos echo de menos. Extraño hasta nuestras discusiones y aquellas guerras de quien tenía más orgullo y quien tardaba menos en perderlo por el otro. O aquello de intentar caber los dos debajo del mismo paraguas en cualquier día lluvioso hasta terminar los dos calados hasta los huesos de agua. Nos echo de menos. Sobre todo cuando me toca recorrer las calles por donde tantas veces paseamos de la mano. Nos echo de menos cuando me hablan de amor y yo no sé qué responder sin hablar de ti en pasado. Nos echo de menos. Precisamente y por sorprendente que te pueda parecer, lo que más extraño de nosotros es todo aquello que ya nunca seremos, como aquello de formar una familia juntos, de envejecer y llenarnos de arrugas uno al lado del otro, como aquello de ser felices toda la vida, o como aquello de jamás echarnos de menos. Nos echo de menos.

Poesía para días grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora