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Al chico que comparta insomnio contigo a partir de ahora, cuídala como el mayor de tus tesoros. Tienes a la chica más maravillosa que existe compartiendo cama contigo. No seas estúpido y la pierdas. Trátala con todo el amor del mundo. Ella es una princesa, y el amor de mi vida. Puede que aun no seas consciente de la gran suerte que tienes al besar sus labios, y lo afortunado que eres al tenerla enamorada de ti. De mi ya no te preocupes, yo hace tiempo que la perdí sin esperanza alguna de recuperarla. Te prometo que no haré intento alguno de confesarle que aun la amo, y que muero por ella. Y es que ella te va a arrancar de la boca las mayores de tus sonrisas. Te hará tan feliz que querrás gritárselo al mundo. Tanto que nadie más te hará tan feliz con el menor de los esfuerzos, como si lo hiciera sin querer. Seguro que alguna vez te hará enfadar a más no poder, pero ella es así, y aprenderás a soportar su orgullo y su carácter. Pronto descubrirás lo guapa que está recién despertada, desnuda y con los sueños enredados en las pestañas. Te aseguró que te será imposible no comértela a besos. Es probable que ya seas preso del invierno de sus ojos. Y de la magia que en ellos encierra. Te deseo suerte intentando descifrar el mapa de los lunares de su espalda. Te va a encantar estar abrazado a ella mientras veis una película, o mientras compartís amaneceres y secretos. Seguramente algún día ella te hable de su pasado y de sus errores, y entonces me nombre. Yo la quise hasta el punto que dolía, pero no pudimos ser. Tal vez por orgullo, o porque no era nuestro momento. No lo sé. Yo la enseñé a besar, a dar caricias, a amar, y a hacer el amor. Ella en cambio me enseñó que los días de lluvia son alegres si estás con la persona adecuada. Y que yo empecé a vivir el día en el que la besé por primera vez. Puede que la extrañe toda mi vida, y que incluso te odie a ti por ocupar ese sitio a su lado que yo siempre voy a considerar como mio. Puede que tu solo seas uno más de tantos, y que ella vuelva a ser mía algún día. Sea como sea, yo solo te pido que no le hagas lo mismo que ella me hizo a mi.

Poesía para días grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora