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Supongo que en el amor ya nada es igual desde que se usa como excusa para llegar a la cama de alguien y no a su corazón. Y si, es más rápido entrar en la cama de alguien antes que en sus planes de futuro. Que vivimos en una época donde es más fácil bajarle la ropa interior a alguien a bajarle la luna. Supongo, también, que son tantos los fracasos que hemos encontrado cada vez que hemos intentado regalar nuestro corazón a otra persona, que ya no vivimos el amor igual. Es triste entregar tu corazón sabiendo que tarde o temprano te lo devolverán roto. Y es así cómo acumulamos en el corazón desconfianza, inseguridades, cicatrices, y recuerdos felices que ahora son tristes por no poder revivirlos. Todos amamos con la esperanza de que jamás nos hagan daño. Y aún así cuando nos lo hacen no nos rendimos en nuestro intento de querer compartir nuestra vida con alguien. Todos volvemos a caer por amor. Y volvemos a intentar juntar los trozos de nuestros corazones rotos, negando al mundo que deseamos darlo otra vez, pero anhelando hacerlo de nuevo y al fin no equivocarnos. Estaremos más tristes, más desconfiados, pero siempre con la misma ilusión por querer encontrar eso que llaman el "amor verdadero". Y de eso os quiero hablar. Que no os engañen, el amor no duele, lo que duele es el vacío que este deja en nuestras vidas. Lo que duele es su ausencia. Porque seas quien seas, que sepas que quien te quiere no te hará sufrir por amor. En eso consiste el amor verdadero. Olvidaros de esas mierdas románticas de cuentos perfectos. El amor verdadero no es perfecto. Pero vale la pena, porque mientras sea verdadero no habrá día en el que no mires a esa persona y pienses que sigue junto a ti a pesar de todos los problemas. Que habéis podido con todo, hasta con vuestros miedos o vuestro triste orgullo. Y que da igual por todo lo mal que lo hayáis pasado o todos los problemas que vendrán, porque todo lo malo no puede con la sensación de estar justo en ese momento mirando embobado su cara, dibujando planes de futuro con una media sonrisa de esas que sueñan con ser eternas.

Poesía para días grises.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora