Santa Biblia Reina Valera 1960 - 1 Samuel 11
2 Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel.
Tomo lugar al lado de Deimond, Elizabeth me da una sonrisa satisfactoria y se sienta al otro lado de él.
Puedo sentir muchas miradas sobre mi y eso me hace sentir un poco incomoda.
Estoy más que segura que me están mirando porque me senté aquí.
Trato de concentrarme en el culto.
Miro hacia el frente y ahí está Emily al lado de Jak.
Ella tiene un micrófono, Jak está parado frente al piano y hay otras dos jóvenes con micrófonos.
También hay un chico sentado frente a la batería el cual es bien simpático y para sorpresa mía también está Erick con una guitarra.
«Wooo».
—Dios los bendiga amados hermanos —saluda Emily con esa linda voz que tiene.
—¡¡Amén!! —decimos todos.
Me da mucho gusto ver a Emily allá adelante al lado de Jak.
Recuerdo cuando Jak era su amor platónico y ahora están casados y hacen una pareja excepcional.
—quiero saludar de una manera muy especial a mi amada hermana Linda que nos acompaña en este día —dice Emily mirandome —de verdad que nos sentimos muy privilegiados de tenerte aquí.
—amén —escucho la voz de Deimond.
Lo volteo a ver y este está mirando a Emily.
En ese momento Jak toma un micrófono.
—yo también quiero saludar a la hermana Linda —dice —que es como mi hermana de sangre y la quiero mucho, pero también quiero extenderle mi invitación al hermano Deimond para que hoy nos acompañe con el violín.
Volteo a ver a Deimond.
Este está sorprendido y niega con la cabeza.
—dijiste que cuando estuviera cierta persona lo tocarias así que no tienes excusa —habla Jak.
Inmediatamente comienzo a recordar aquella vez cuando estudiábamos.
Cuando le rompí el corazón en mil pedazos.
Recuerdo que dijo que no lo volvería a tocar y aquella vez lo toco para mí.
Fue la última vez que lo hizo.
Deimond se pone de pie y va hacia el lugar en donde está el grupo de la alabanza, una de las jóvenes le entrega un violín.
Él lo toma, se para frente a todos y fija su mirada en mi.
Inmediatamente comienzo a escuchar aplausos y palabras de alabanza.
—¡Gloria a Dios!.
—¡Aleluya!.
—¡Santo!.
—¡Cristo vive!.
—bueno vamos a estar entonando un especial llamado: cuan grande es Él. —dice Emily.
Jak comienza a tocar el piano, haciendo que mi corazón se conmueva.
Erick lo acompaña con la guitarra haciendo que suene mucho mejor.
La batería también suena de manera suave.
Emily comienza a cantar seguida de las otras jóvenes.
Y el violín comienza a sonar.
