Santa Biblia Reina Valera 1960 - Jeremías 31
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.Después de que al final se durmiera, la vuelvo a acostar y me apresuro a salir de la habitación sintiéndome totalmente confundido.
Ese abrazo me hizo recuperar las esperanzas.
Me hizo volver a ilusionar con algo imposible.
Lo más duro es que mañana ella volverá a ser esa chica cruel conmigo y me romperá el corazón nuevamente.
Me despido de la hermana Alice y me voy.
Día siguiente.
Considerando que llegue al hotel a eso de la una de la mañana, después de orar decidí dormir como si no hubiera un mañana.
Pero nada es posible en esta vida.
¿Alguna vez les haz pasado que cuando quieren dormir hasta tarde, justo ese día llega visita o pasa algo que nos hace levantar antes de lo pensado?.
Pues justo eso me acaba de pasar.
Hay un bendito loco o loca que sé yo, que está tocando a mi puerta con ganas de tumbarla.
Me preguntó en dónde están los vigilantes, yo había pedido que nadie me molestara.
Me levanto de mal genio y sin tomarme la molestia de siquiera arreglar mi cabello despeinado, voy a ver quién es él que quiere tumbar la puerta.
Abro de golpe sin molestarme a ver por el ojo de la puerta y ahí está.
No lo puedo creer.
¿Es que acaso no tiene vida propia?.
Ni siquiera puedo disimular mi molestia al haber sido despertado por él.
Si hay algo para mí sagrado aparte de las cosas de Dios, es el sueño.
No digo nada solo me quedo mirándolo.
Él sonríe divertido.
-por lo visto te encanta las visitas tempranas en la mañana -comenta Mibsan.
Y sin decir más se adentro como si yo le hubiera dado permiso.
-tienes buenos gustos -dice mirando la suite -me gusta.
Se tira en uno de los muebles y sube los pies con todo y zapatos en el sin cuidado alguno.
-te gusta la buena vida, ¿Cierto? -pregunta.
Yo no le respondo nada.
Como les dije hace un rato, no estoy de humor.
Podrá ser el hermano de Linda y todo, pero siento por ratos que es exasperante.
Al ver que no respondo suspira y responde el mismo.
-a mi me encanta.
Es entonces cuando hago una pregunta.
-¿Tú no duermes?.
Está acostado en el mueble, al escuchar mi pregunta se sienta y me mira.
-¿Que son esas preguntas cuñadito?.
-es que...-me rasco la nuca -ayer tarde te ví y hoy ya estás aquí en la mañana así que...
-¡Suficiente! -me calla -estoy tratando de ser amable contigo, por cierto...-comienza a mirar a su alrededor, luego toma una caja rectangular en sus manos -te he traído un regalo.