65. LA CEREMONIA.

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - Juan 11
21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.





—más te vale que te apures, no querrás amanecer aquí firmando todas esas hojas. —me dice Fabricio.

—¿Osea que quieres que las firme todas ahora? —pregunto incrédula.

—por supuesto —responde —y agradece que estoy siendo noble contigo.

«Si eso es lo noble, no me imagino lo...».

Le doy una mirada a Jason el cual permanece en silencio viendo la situación.

—¿Siempre es así? —le preguntó.

Él niega con la cabeza.

—por veces es peor —responde.

«Que agradezca que amo a Dios, porque de lo contrario ya lo habría tirado por este puente».

«Solo es un oportunista que se aprovecha de mi situación».

Pero algún día llegará la hora de que pague por todo lo que ha hecho, de eso estoy mas que segura.

—voy a estar en el auto —avisa Fabricio —cuando termines de firmar, me avisas.

Yo le dedicó una mirada fulminante la cual suavizó con una falsa sonrisa.

Él se lo toma a bien y se va a su auto.

Yo mientras tanto me quedo con Jason, el cual amablemente se queda alumbrandome.

Sigo leyendo las hojas, pero al ver que siempre dicen lo mismo, decido mejor para ahorrar tiempo limitarme solamente a firmar sin leer nada.

Así es como logro que me rinda mucho más.

Una hora después.

«Increíble».

Finalmente logré firmar todas esas hojas.

Nunca me había sentido tan hasteada de escribir mi nombre.

—¡Ya está! —digo en voz alta.

—¿No te parece que debiste haber leído antes de firmar? —pregunta Jason.

—pero que voy a leer si todas las hojas dicen lo mismo —respondo con cansancio.

De tanto firmar, me dió mucho sueño, además aquí ha estás horas de la noche está haciendo bastante frío.

—Linda —dice Jason en tono suave —ya que estamos aquí, podríamos aprovechar para hablar un poco de nosostros.

Se acerca un poco más a mi.

Yo instintivamente también me alejo de él.

—lo siento Jason —le digo —pero no existe un nosotros.

—¿No me digas que todavía sigues enamorada de ese J2?. —pregunta mirandome fijamente.

Quisiera decir que no es eso, pero lamentablemente si lo es, no sé que me pasa, pero simplemente no lo puedo sacar de mi cabeza.

—supongo que tú silencio significa que todavía lo amas —dice al ver que me he quedado callada.

—lo siento, pero no he podido y creo que ya no podré sacarlo de mi cabeza. —digo mirando el cielo.

Me duele ser tan dura con Jason, a pesar de todo se ve que es un buen hombre, pero que se puede hacer cuando el corazón no quiere a esa persona, además él no comparte la misma fe que yo

—¿Eso significa que nunca me darás una oportunidad?. —pregunta dolido.

Volteo a verlo y puedo ver en su mirada mucha tristeza, a pesar de que solo lo veo por la luz de la luna.

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