Santa Biblia Reina Valera 1960 - Salmos 32
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.—¡¡Eso no puede ser posible!! —inmediatamente protesta Ema.
Deimond la ignora y me mira.
—¿Tienes algún problema con eso, hermana Linda? —me pregunta.
Yo niego con la cabeza.
La verdad es que no le veo nada de gravedad a ello.
Luego su mirada va hacia Erick.
—¿Tienes algún problema con eso hermano?. —le pregunta.
Él se encoge de hombros como si nada y niega con la cabeza.
—pero...—intenta decir Ema.
Pero es interrumpida.
—¡Alce la mano alguien aparte de la hermana Ema que no esté de acuerdo con lo que digo! —pide Deimond.
Nadie alza la mano, tampoco se atreven a decir algo.
Deimond centra su mirada en alguien en especial, yo la sigo y me doy cuenta a quien está mirando.
Es a la hermana Jiseth, la cual luce un poco distraída.
Su mirada aparentemente está en un jarron de porcelana, pero a decir verdad está perdida.
Definitivamente la pobre si está afectada por lo de Deimond.
—¡Hermana Jiseth! —la llama Deimond.
Ella levanta la cabeza un poco confundida.
—¿Tienes algún problema con lo que dije? —le pregunta.
Ella niega con la cabeza.
—no, para nada, —se apresura a responder —lo que usted diga está bien.
—okey —asiente Deimond con una sonrisa —entonces la hermana Ema será pareja del hermano Carlos, usted —señala a la rubia —será pareja con Fabricio y la pareja de Fabricio será de Jason, por último Erick será pareja de la hermana Jiseth.
—¿Que? —dice la hermana Jiseth con sus mejillas sonrojadas.
—lo que oyó —responde Deimond —dijiste que no tenías problema.
—pero... —intenta rebatir.
Todo iba bien hasta que dijeron que le tocaba con Erick.
Yo miro a Gracia, ella me mira a mi y nos damos una mirada de complicidad.
La pobre hermana Jiseth al parecer tiene ganas de desaparecer, por lo roja que se puso, ahora sí puedo asegurar que le gusta Erick.
—no te preocupes —habla Erick —Jiseth y yo haremos pareja encantados.
Jiseth niega con la cabeza mirando a Deimond de manera suplicante.
Erick lo nota y va hacia ella, pasa su brazo por lo hombros de ella.
—no te preocupes AMIGA —resalta la última palabra —tu y yo haremos una excelente pareja.
Después de cuadrar las parejas comenzó el ensayo de la marcha y está vez las parejas si se entendieron a la perfección, incluso yo me quedé asombrada.
Definitivamente Deimond tenía razón, lo que hacía falta era un cambio de pareja.
Tiempo después.
Nos encontramos con Deimond hablando de todo un poquito, yo le estoy contando acerca de todos los arreglos que ya llevó adelantados, aunque hay veces que termino perdida en su mirada y sonrisa perdiendo el hilo de la conversación.