Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 10
12 El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.Media hora después.
Me encuentro viajando para mí lugar de residencia en el jet privado de Deimond.
Afortunadamente él está en la cabina, así que me encuentro sola recostada en un sillón con los ojos cerrados.
En este momento estoy muy preocupada, sé que estoy haciendo lo correcto al dejar que Deimond se acerque a la niña.
Pero tengo mucho miedo de lo que pueda pasar en el futuro.
«Que tal que los sentimientos me lleguen a jugar una mala pasada».
Percibo la suave y agradable colonia de Deimond y abro los ojos.
Él está parado frente a mi silla contemplandome.
—¿Que haces ahí parado? —pregunto.
—vine para preguntar ¿Si deseas algo de comer o beber?.
Tengo mucha hambre, por cuánto desde que llegué no he comido nada, ni siquiera cuando Emily me ofreció algo, pero como soy obstinada decido rechazarlo.
—no, gracias —volteo a ver para otro lado.
—¿Segura?.
—segura —respondo sin mirarlo.
No quiero caer en sus encantos, así que debo de ser fría con él, además eso hará que no quiera acercarse a Elizabeth.
—okey.
Deimond se sienta a mi lado, guardando cierta distancia.
Pero aún así me siento un poco nerviosa.
Mi cuerpo se tensa y siento la necesidad de que se quede así a mi lado y eso es malo, muy malo.
Así que antes de que cometa cualquier tontería, decido actuar.
«Entre más lejos mejor».
—¿Podrías tomar otro asiento? —pregunto.
—por supuesto —se pone de pie —no quiero incomodarte, es más si deseas puedes usar la habitación del jet.
Me siento bastante cansada y tengo un poco de sueño, pero no.
—no es necesario, aquí estoy bien —contesto. —solo desaparece de mi vista —cierro los ojos.
Deimond suspira.
—al menos podríamos ser amigos —me dice —sé que no he sido la mejor persona, reconozco que en el pasado fui un degenerado pero ahora dese...
—lo siento, —lo interrumpo —pero nosotros no podremos tener nada, suficiente tengo con que seas el padre de Elizabeth y que vayas a verla, eso es más que suficiente.
Deimond no dice nada, solo escucho sus pasos alejarse.
Me siento un poco mal por haberle dicho eso, él solo esta siendo amable, pero esto lo hago para protegerme a mi misma.
«No quiero que vuelva a romper mi corazón».
Minutos después.
Trato de acomodarme de todas las formas posibles para poder dormir un poco, pero no me hallo de ninguna manera.
Es ahí cuando me lamento por haber rechazado la habitación.
Miró para todos lados con la esperanza de ver a Deimond en alguno de los otros asientos, pero no está.