27. LA HIJA ILEGÍTIMA.

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - 1 Pedro 1
22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;


Jak baja del auto, cierra la puerta y le da la vuelta para abrirme la puerta.

Es algo que Jak siempre acostumbra a hacer, al principio me sentía rara y lo hacía yo, pero él dijo que es su deber ser atento conmigo y hacer que me sienta  bien.

Al bajar del auto Jak me extiende su mano, la tomo y bajo.

Él estrelaza su mano con la mía y comenzamos a caminar en dirección de la casa.

Está vez se ve muy normal, pareciera que no hubiera un Montreal ahí, ya que siempre hay escoltas y está vez no veo ni uno.

Llegamos a la puerta y tocamos.

Mientras que abren, siento preocupación y miedo de que mi hermana llegue a morir.

Nina a pesar de sus defectos, ha sido una excelente hermana conmigo.

La puerta se abre dejando ver a mi padre el cual nos mira sorprendido.

—hola papá —saludo al ver que no se ha movido de su lugar y solo nos mira.

—Fares —dice Jak en forma de saludo.

Mi padre nos dedica una sonrisa de boca cerrada.

A leguas se nota que se siente incómodo con nuestra presencia, pero no entiendo porque.

Siento que él no quiere que entremos o algo así.

Sale y cierra la puerta tras de él.

—hola —nos saluda en voz baja.

—¿Todo bien? —pregunto preocupada.

Veo que hoy mi papá está bastante raro, y eso hace que piense que algo más malo le sucedió a Linda.

—lo siento —responde —pero hoy no es buen día para ver a Nina.

—¿Por qué? —pregunto confundida.

—es difícil de explicar —responde papá.

—¿Cómo así? —frunzo el ceño.

Él juega con sus dedos de manera nerviosa, luego mete sus manos en los bolsillos del pantalón.

—necesito que las saques de aquí ahora —le ordena a Jak.

«Esto ya me está comenzando a asustar».

—lo siento —dice Jak encogiendese de hombros —pero si Emily no da la orden, de aquí no me muevo.

Papá me mira a la espera de que diga algo, pero no me pienso ir sin ver a mi hermana.

Además no entiendo porque no puedo verla ahora.

—hablemos Jak —dice mi padre llevándose a Jak aparte.

Yo me quedo ahí en la puerta.

De repente el viento comienza a soplar y pasa por el árbol que está situado frente a la casa haciendo que sus hojas caigan por el césped, no contento con eso también viene hacia mi y quiere despeinarme pero yo me opongo rotundamente, aún así uno que otro cabello se quiere desordenar.

La puerta se abre haciendo que me sobresalté un poco.

Volteo a ver y me encuentro con la persona que menos quería.

Mibsan.

Este sonríe de manera divertida pero su sonrisa no le llega a los ojos, a leguas se nota que me tiene fastidio.

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