Santa Biblia Reina Valera 1960 - Jeremías 32
10 Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza.Sentí que mi mundo se iba derrumbando poco a poco.
Me sentía morir.
Un fuerte dolor se instaló en mi pecho que me impedía respirar.
Me quedo mirándola fijamente.
Lo único que anhelo es que todo sea una broma, no quiero creer que ella no me recuerde, eso es prácticamente imposible.
—¿No me recuerdas? —pregunto en un hilo de voz.
Ella niega con la cabeza.
—¿Debería de hacerlo? —pregunta —¿Nos conocemos de algún lado?.
¡¡Oh por Dios!!.
Esto me está matando.
No me esperaba que algo así fuera a pasar.
—ya sé —dice.
En ese momento sentí un alivio en el corazón, ella acababa de recordarme.
—seguramente fuiste uno de mis tantos compañeros de colegio y por eso no te recuerdo.
Eso sí que me mato.
No lo puedo soportar más y salgo de la habitación con el alma hecha pedazos.
Fin de la narración.
Me encontraba en un lugar muy hermoso, un lugar lleno de flores.
Eran tantas las flores que ni siquiera se veía el camino.
Es un lugar precioso en donde las aguas son cristalinas.
En donde solo hay paz y tranquilidad e incluso las flores cantan y lo hacen para Dios.
Iba caminando felizmente hasta que llegue a un portón muy grande el cual se abrió solo de par en par para mí.
Pase por el portón y me di cuenta que en vez de entrar estaba saliendo.
Me encontré andando en la nada ya que solo habían nubes.
De repente las nubes se desvanecieron y comencé a caer a una velocidad impresionante.
Era una caída que parecía no tener fin.
Al final cerré los ojos y me dejé llevar.
—¡¡Está despertando!!, ¡¡Está despertando!! —escucho unos gritos familiares.
Abro lentamente los ojos poco a poco y me encuentro con una chica rubia cuyos rasgos son coreanos.
Es tan, pero taaaan tierna que me dan ganas de jalarle los cachetes.
Y no me quedo con las ganas, intento jalarlos pero ella se abalanzó sobre mi y me dio un fuerte abrazo.
Es ahí cuando recordé que esa chica tierna es mi hermana por parte de papá.
—¡Que alegría que hallas vuelto a la vida! —dice sin dejar de abrazarme.
Mientras ella me abraza entra un chico muy guapo, el cual sobresale en cualquier lugar, solo que no es mi tipo.
Apenas me ve comienza a sonreír.
Como olvidarlo, ese chico es Jak.
Me siento un poco extraña, es como si me hubieran hackeado la cabeza o algo así porque apenas veo las personas las comienzo a recordar.
Tal vez sea porque estuve inconsciente.
Emily me deja de abrazar y Jak viene a abrazarme.
Me dejó abrazar mientras recuerdo el porqué estoy aquí.