SIN RENCORES

108 3 1
                                    

CAPITULO XXIV

Don angel Indriago es un hombre que no guarda rencores, ni responde ataques, todo se lo deja al tiempo, con una increíble paciencia digna de los monjes tibetanos.

Y es que en esa onda, visito a los Sandoval, llegando cargado de buenas energías, y regalos para los más pequeños, vestido de amarillo, bailo, canto, y disfruto de una amena velada, junto a todos los presentes, compartio anécdotas de su juventud, y sobre todo del transitar como padre, tomándose fotos con los presentes, como un invitado especialisimo.

El prefecto llegó a la casa de los Sandoval y parado en la puerta 🚪 exclamó: ! Buenas buenas!
Doña Jacinta al escuchar aquella voz, se le fue la sangre 🩸 del rostro,  estaba pálida, ante aquella aparición, pero como buen político,
respondió: ! Adelante prefecto está usted en su casa 🏡! 
A pesar de que  a doña jacinta no le agrada el Prefecto, intento disimular el momento de la forma más falsaria posible, abrazándolo y deseandole éxitos en la prefectura, aunque por dentro estaba que explotaba, no entendía como aquel hombre estaba en su propia casa, sencillamente la conciencia, le estaba jugando una mala pasada,

Don angel Indriago tiene muy buenas relaciones con el hijo menor de la doña, se ha ganado el respeto, y la admiración del prefecto, en muchas ocasiones se ve que el joven intenta hacerse camino solo lejos de cualquier conspiración, tratando de acallar las voces de la doña que le rebolotean en la cabeza.

A diferencia de María que sigue creyendo que el dedo de Simón Cortez, la llevará a la prefectura, y seguirá trabajando en eso, ya que el terrateniente le aseguró, que tiene todas las corrientes a favor, pero sacan de la cuenta el hecho de que el mismísimo vampiro pende de un hilo, y con una alta probabilidad de que sea su esposa la que lleve a los prefectos de la mano.

Mientras más pasan los días más oscuro es el panorama

Está historia continuará

Manati! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora