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Feli había estado acumulando ideas por meses, buscando algo que la hiciera sentir más conectada consigo misma, más libre. El tatuaje y los piercings no eran solo una moda para ella; eran una declaración, una forma de expresar todo lo que llevaba dentro. Y la persona perfecta para hacer realidad esa transformación era, sin duda, Victoria. Además de ser su novia, Vicky era una tatuadora y pertoradora talentosa. Su mano firme y creativa había ganado reconocimiento en el estudio donde trabajaba, y Feli confiaba plenamente en ella. El día que decidió dar el paso, Feli entró al estudio con una mezcla de nervios y emoción. Sentía que lo que estaba a punto de hacer no solo sería físico, sino también algo simbólico, un cambio que marcaría una nueva etapa en su vida. Vicky estaba en la recepción, con su característico aire despreocupado y una sonrisa que siempre lograba calmar a Feli.
—¿Qué haces aquí tan temprano, mi amor? —preguntó Vicky, levantando la vista del cuaderno de citas. Feli se acercó al mostrador y, sin mucho preámbulo, soltó: —Hoy quiero tatuarme y hacerme unos piercings. Vicky arqueó una ceja, sorprendida. Sabía que Feli había mencionado en varias ocasiones que le gustaría tatuarse, pero no sabía que ya estaba lista para dar el paso. —¿Tú? ¿Hoy? —preguntó Vicky con una sonrisa burlona—. ¿Y qué es lo que te quieres hacer? Feli respiró hondo, intentando mantener la compostura, aunque el calor en sus mejillas la delataba.
—Quiero que me tatúes unas estrellas en la nalga, unos rayos en el pecho... entre... mis tetas —dijo, evitando la mirada directa de Vicky—, y además, quiero piercings en los pezones y en la lengua. Victoria la miró en silencio por un par de segundos, intentando procesar lo que acababa de escuchar. Luego, su rostro se iluminó con una sonrisa traviesa. —Vaya, vaya... —murmuró Vicky-. Nunca pensé que llegarías con algo así, pero me encanta la idea. ¿Estás segura? Feli asintió sin dudarlo. —Completamente. Vicky se acercó y le dio un suave beso en los labios antes de señalar la puerta que llevaba a la sala de tatuajes. —Bueno, ya sabes cómo funciona. Pasa por allí, quítate la ropa y recuéstate. Hoy me voy a divertir.
Feli rió nerviosa y siguió las indicaciones. Una vez dentro, se quitó la ropa y se recostó en la camilla, sintiendo cómo los nervios se acumulaban en su estómago. Vicky entró con su equipo, asegurándose de tener todo listo. —Primero los tatuajes, después los piercings —dijo, poniéndose los guantes y tomando el equipo de tatuar—. Vamos a empezar con las estrellas. Feli respiró profundo mientras Vicky comenzaba a trabajar. Las agujas penetraban su piel con precisión, creando las pequeñas estrellas que había imaginado en su mente durante tanto tiempo. Cada pinchazo era un recordatorio de por qué había decidido hacer esto: para sentirse más fuerte, más ella misma. Vicky, con esa mezcla perfecta de seriedad y picardía, mantenía el ambiente relajado, haciendo bromas aquí y allá para distraer a Feli del leve dolor.
—Listas las estrellas. Ahora viene lo más divertido —dijo Vicky mientras limpiaba el tatuaje—. Los rayos entre tus pechos. Feli se ajustó en la camilla, y Vicky empezó a trazar con cuidado los rayos eléctricos que irían justo en el centro de su pecho, conectando sus dos grandes senos. El diseño era atrevido, pero era justo lo que Feli quería: algo que irradiara poder, energía. Vicky, concentrada en cada línea, no pudo evitar echar un vistazo rápido a los ojos de Feli, quienes la miraban con una mezcla de amor y desafío. —Esto va a quedar espectacular —dijo Vicky, sonriendo mientras terminaba el último detalle—. Pero aún no hemos terminado. Feli supo que ahora venía la parte más intensa. Se sentó en la camilla, un poco tensa, mientras Vicky cambiaba su equipo de tatuar por las herramientas de perforación.
—Primero los pezones —anunció Vicky, mirándola con una mezcla de profesionalismo y complicidad. Feli se desabotonó el sujetador y dejó que Vicky tomara posición. Sabía que dolería, pero confiaba en su novia. Vicky tomó uno de sus pezones y, con movimientos precisos, perforó la piel, colocando el primer piercing. Feli soltó un leve gemido de dolor, pero lo soportó. Luego vino el otro, con la misma precisión y cuidado. —Ya casi terminamos —dijo Vicky mientras tomaba el último equipo—. Ahora la lengua. Feli sacó la lengua, preparándose mentalmente para el último paso. La aguja atravesó con rapidez, y en unos segundos, el piercing ya estaba colocado. Feli se miró en el espejo, admirando el resultado de todo el trabajo. Las estrellas, los rayos, los piercings... todo era perfecto.
Vicky la abrazó por detrás, besando su cuello suavemente. —Te ves increíble —susurró—. Pero lo mejor de todo es que ahora llevas un pedacito de mí en tu piel y tu cuerpo. Feli sonrió, sabiendo que aquello no era solo un tatuaje o unos piercings. Era una forma de llevar consigo, siempre, algo de la persona que más amaba.
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・┆✦ʚ♡ɞ✦ ┆・ PUNTOS ・┆✦ʚ♡ɞ✦ ┆・
•Primero no había podido subir cap esta semana porq el domingo fui al concierto de miko y pues también estudio
•Y las estrellas q están en la foto donde dice"tatuajes y más"Son las q se hizo en las nalgas nada más q no encontré una foto como yo la quería 💖
•Capas y suba más capítulos mañana entre uno y dos o más capítulos tipo a las 6 o 7 pm HORA USA 🇺🇸