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Victoria llevaba días sintiéndose inquieta. Feli había estado ocupada, distante, y con actitudes que no podía comprender. Cada vez que intentaba hablar con ella, las respuestas eran cortas o esquivas. Era frustrante porque, tras terminar su "XOXO Tour", todo lo que Victoria quería era pasar tiempo con su novia.
Una tarde, incapaz de contener sus pensamientos, decidió llamar a Mariana, una de las mejores amigas de las dos. Mariana siempre tenía una perspectiva sabia y calmada, y Victoria esperaba que la ayudara a aclarar lo que sentía.
—¿Qué pasa, Vicky? —preguntó Mariana al contestar la llamada.
Victoria suspiró. —No sé... siento que Feli se está alejando de mí. Está rara, distante, y no sé qué pensar.
Mariana sonrió al otro lado de la línea, aunque Victoria no podía verlo. Sabía exactamente lo que estaba pasando, pero no podía arruinar la sorpresa. —Vicky, te prometo que no tienes nada de qué preocuparte. Feli te ama, y si está distante, no es porque esté haciendo algo malo. Confía en ella, ¿sí?
Victoria frunció el ceño. —¿Tú sabes algo que yo no?
—Yo solo sé que Feli está loca por ti, como siempre. Relájate y disfruta el momento, Vicky. Todo estará bien —respondió Mariana, manteniendo el secreto.
Victoria quería creer en las palabras de Mariana, pero las dudas seguían rondando su cabeza.
Unos días después, mientras Victoria estaba en casa tratando de organizar las cosas tras el tour, recibió un mensaje de Feli: "Amor, prepárate. Te paso a buscar en una hora. Te amo, mi linda."
Victoria arqueó una ceja. Desde hacía semanas, Feli no le decía adónde iban ni qué estaban haciendo. Aun así, decidió confiar y se arregló rápidamente.
Cuando Feli llegó, la recibió con un enorme abrazo y una sonrisa llena de ternura. —Hola, nena. ¿Lista?
—¿Lista para qué? —preguntó Victoria, todavía confundida.
Feli le dio un beso rápido en los labios. —Confía en mí, baby. Es una sorpresa.
Victoria no tuvo más opción que seguirla. Durante el trayecto, Feli siguió usando esos apodos cariñosos que a Victoria siempre la desarmaban: —¿Estás cómoda, mi amor? —preguntaba mientras conducía. —Eres tan linda, baby, no puedo esperar a que veas esto.
