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El sol ya se estaba escondiendo cuando Feli y Victoria seguían sentadas en el mismo banco de siempre. Las risas fluían mientras recordaban aquellos momentos en los que todo parecía más sencillo, cuando eran solo dos amigas inseparables. En medio de una de esas risas compartidas, Feli tomó una respiración profunda.
—¿Sabés? —dijo Feli, sonriendo con un toque de nostalgia—. Es curioso pensar en cómo cambian las cosas... porque hubo un tiempo en el que me gustabas.
Victoria levantó la cabeza, sorprendida. Sus ojos brillaban de repente, y soltó una risa nerviosa.
—¿En serio? —preguntó, entre risas, intentando disimular la aceleración repentina de su corazón—. Yo también... también me gustabas en esa época.
Las dos se miraron por un segundo, todavía sonriendo, pero algo en el aire cambió. Victoria no pudo evitar notar cómo algo en su pecho se removía. Esos sentimientos que pensaba que habían quedado en el pasado empezaron a despertar de nuevo. Pero antes de que pudiera decir algo más, Feli habló, esta vez con un tono más serio.
—La verdad... —empezó Feli, bajando un poco la mirada—. Yo también pensé en eso muchas veces, en cómo te veía antes. Pero, Vic... esos sentimientos ya no están. O sea, te quiero mucho, pero no de esa manera.
Victoria parpadeó, la sonrisa en su rostro comenzando a desvanecerse.
—¿Ya no? —preguntó suavemente, tratando de no dejar ver la decepción que empezaba a colarse en su voz.
Feli tomó aire y le sonrió con ternura.
—No... Pero, escuchame —dijo, tomando las manos de Victoria—. Aunque ya no siento lo mismo que antes, si te soy sincera, estoy dispuesta a intentar que vuelvan. No sé si funcionará, pero vos sos demasiado importante para mí como para no intentarlo.
Victoria sintió una calidez recorrer su cuerpo. Las palabras de Feli eran sinceras, y aunque no era lo que esperaba oír, había una esperanza que la llenó de felicidad. Ella sabía que lo más importante era que Feli estuviera dispuesta a darle una oportunidad.
—¿De verdad lo decís? —preguntó, sus ojos llenos de gratitud—. Porque para mí... creo que todavía están esos sentimientos.