SENTIMIENTOS🔒

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Nueva York brillaba como siempre lo hacía, con luces que pintaban el cielo de colores

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Nueva York brillaba como siempre lo hacía, con luces que pintaban el cielo de colores. Para Feli, sin embargo, el brillo de la ciudad no podía competir con la calidez que sentía al escuchar la voz de Victoria. Estar lejos de ella era un sacrificio que hacía con gusto, pensando en el futuro que ambas soñaban construir juntas. Pero últimamente, esas llamadas diarias que tanto anhelaba se habían convertido en una fuente de ansiedad y tristeza. 

Feli marcó el número, sonriendo mientras esperaba que Victoria contestara. 

—~LLAMADA~ 
—Hola, mi vida —dijo Feli con entusiasmo. 

—¿Qué pasa? —contestó Victoria con un tono frío, como si la llamada fuera una molestia más en su día. 

Feli parpadeó, desconcertada. 

—Nada, quería saber cómo te fue hoy... ¿Cómo estás? 

Un silencio incómodo se hizo presente antes de que Victoria respondiera. 

—Ocupada, Feli. Estoy con mis amigas ahora. Luego te escribo, ¿sí? 

La sonrisa que Feli había llevado todo el día se desvaneció de inmediato. 

—Ah... bueno, está bien. Solo quería escuchar tu voz, pero entiendo. Hablamos después. 

—Sí, bye. 

Feli escuchó el sonido de la llamada terminando y dejó el teléfono sobre la mesa. Suspiró, intentando ignorar el vacío en su pecho. Siempre trataba de justificar a Victoria: *"Debe estar cansada. Quizá tiene un mal día."* Pero estas respuestas cortantes se habían vuelto una constante. 

A pesar de ello, al día siguiente, intentó de nuevo. 

—~LLAMADA~ 
—¡Hola, Vic! ¿Cómo amaneciste? —preguntó con ánimo, dispuesta a contagiarle su buen humor. 

—Feli, no tengo tiempo para hablar ahora. Estoy trabajando en algo importante. 

El entusiasmo de Feli se apagó como una vela al viento. 

—Oh, lo siento. No quería interrumpir. Es solo que extraño escuchar tu voz. 

Victoria soltó un suspiro audible al otro lado de la línea. 

—Sí, sí. Luego hablamos, ¿ok? 

—Claro... te amo, Vic. 

Pero Victoria ya había colgado. 

---

La rutina siguió igual durante semanas. Cada día, Feli trataba de acercarse, pero siempre se encontraba con una muralla de indiferencia. En cada llamada, su sonrisa se borraba más rápido. Un día, finalmente reunió el valor para confrontar lo que sentía. 

—~LLAMADA~ 
—Hola, Vic. ¿Podemos hablar? —preguntó Feli, su voz temblorosa pero decidida. 

—Dime rápido, estoy en medio de algo —respondió Victoria, impaciente. 

Feli respiró hondo. 

—Es que... siento que ya no te importa hablar conmigo. Cada vez que llamo, estás ocupada o de mal humor. ¿Hice algo mal? 

Victoria suspiró, esa reacción que Feli conocía demasiado bien. 

—Feli, no es eso. Es solo que estoy muy ocupada. Tú no entiendes lo que pasa aquí. 

—¡Pero yo también estoy ocupada, Vic! Y aun así hago tiempo para nosotras porque te extraño. Me duele sentir que estoy luchando sola por esto. 

—No empieces con dramas, Feli. Estoy cansada de tener que explicarte todo. No puedo estar pendiente de ti todo el tiempo. 

Esas palabras golpearon a Feli como una bofetada. 

—No estoy pidiendo que estés pendiente de mí. Solo quiero sentir que aún te importa... que todavía somos un equipo. 

Victoria se quedó en silencio un momento antes de hablar, y cuando lo hizo, sus palabras fueron como dagas. 

—Tal vez el problema es que tú esperas demasiado de mí. Quizá deberías bajar tus expectativas, Feli. 

Feli sintió las lágrimas subir a sus ojos, pero se las tragó. 

—Entendido. Supongo que esperé demasiado. 

—Feli, no hagas esto más difícil de lo que es. Te tengo que dejar. 

—Claro, Vic. Hasta luego. 

Colgó antes de que Victoria pudiera decir algo más. Esta vez no fue un acto de enojo, sino de resignación. 

---

Esa noche, Feli miró el horizonte de Nueva York, sintiéndose más sola que nunca. Recordó las primeras llamadas, cuando Victoria la llenaba de risas y promesas. ¿Qué había cambiado? ¿Era la distancia? ¿Era el tiempo? O quizá era algo que siempre estuvo ahí y que ambas se negaron a aceptar. 

Mientras tanto, en Puerto Rico, Victoria apagó el teléfono y se unió a sus amigas. Sabía que había sido dura con Feli, pero no quería lidiar con ello en ese momento. Pensaba que ya habría tiempo para arreglar las cosas. 

Pero Feli no volvió a llamar. No dejó más mensajes. Y aunque Victoria lo notó, tardó demasiado en comprender que había perdido algo irremplazable. Cuando finalmente quiso buscarla, Feli ya había cerrado esa puerta. 

El amor que ambas habían compartido quedó sepultado bajo palabras no dichas y silencios que nunca debieron existir.

Es corto pero espero les guste 💀

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Es corto pero espero les guste 💀

Nenas por ahora no habrá caps sexuales porq tengo el periodo y hormonal no estoy😭

One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora