Secreto: Parte 09

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El viento de la mañana soplaba suavemente mientras Alastor caminaba hacia la escuela, sus pasos lentos y medidos. Llevaba la mirada fija en el pavimento delante de él, con las manos apretadas alrededor de las correas de su mochila. Había ignorado deliberadamente las llamadas y los mensajes de John desde que salió de casa. El tono insistente de su teléfono había cesado hacía unos minutos, pero aún sentía su vibración fantasmal en el bolsillo, como si las amenazas y el control de John todavía lo acecharan.

Pero hoy... hoy no. Hoy se negaba a ser víctima de sus juegos mentales.

La noche anterior, después de que Vincent prometiera protegerlo y que todo estaría bien, Alastor se había sentido momentáneamente en paz, como si un gran peso se hubiera levantado de sus hombros. Pero ahora, con el sol brillando sobre su piel y el sonido de los estudiantes a su alrededor, esa paz se sentía frágil, como si pudiera romperse con el más mínimo empujón.

La voz de la razón le gritaba que, tal vez, Vincent no pensó del todo bien en sus acciones. Al fin y al cabo, su novio no era precisamente conocido por mantener la calma cuando se trataba de proteger a quienes amaba. Podía imaginar a Vincent enfrentando a John, lleno de ira, lanzándole golpes sin pensar en las consecuencias, destrozando su teléfono o tal vez empujándolo hasta hacerlo caer... La sola imagen lo hizo estremecerse.

-No, no, no, Vincent... -murmuró para sí mismo, sacudiendo la cabeza mientras avanzaba entre el bullicio de los demás alumnos que caminaban en dirección a la escuela-. Por favor, no hagas nada imprudente...

No quería que las cosas se salieran de control. Habían luchado tanto para mantener su relación en secreto por una razón. Sabía que Vincent respetaba sus deseos, que entendía sus temores de exponer lo que tenían. Pero, después de la pelea de anoche y el peso de las palabras que compartieron... ¿podía estar seguro de que su novio no haría algo alocado? ¿Algo que pudiera empeorar la situación?

Apretó los dientes, sintiendo el leve temblor de sus manos mientras apretaba las correas de su mochila con más fuerza. Necesitaba encontrar a Vincent antes de que hiciera algo estúpido, antes de que decidiera enfrentarse a John sin pensarlo dos veces.

Respiró hondo y se obligó a dejar de pensar. No podía permitirse el lujo de perderse en esos pensamientos ahora. Alzó la vista y empujó las puertas de la escuela, entrando en el amplio pasillo principal donde los alumnos ya se reunían en grupos, charlando y riendo.

Escaneó rápidamente la multitud, buscando desesperadamente el cabello oscuro de Vincent entre todos los rostros familiares. Pero en lugar de encontrar a su novio, sus ojos se posaron en otra figura alta, de pie justo a la entrada del pasillo. Vox.

El corazón de Alastor dio un brinco al verlo allí, tan inesperado como siempre. Vox le sonrió con esa sonrisa descarada que parecía tener grabada en su rostro todo el tiempo. Antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, Vox dio un paso hacia él, cerrando la distancia entre ambos. Y entonces, antes de que Alastor pudiera reaccionar, sintió cómo unos labios se apretaban contra los suyos.

Un beso.

Sintió el calor de Vox, su respiración, su aroma familiar. El tiempo pareció detenerse por un instante, su cerebro desconectado de la realidad mientras correspondia. Pero entonces, en un parpadeo, se dio cuenta.

Vox lo estaba besando. Y lo estaba haciendo en medio de un pasillo lleno de estudiantes.

Un beso... en público.

La sorpresa hizo que su corazón se acelerara, el calor subiendo a su rostro mientras el rubor se extendía como un incendio por sus mejillas. Apenas fue capaz de corresponder antes de separarse de golpe, jadeando suavemente mientras retrocedía un paso. Giró la cabeza bruscamente, mirando alrededor con desesperación, temiendo lo que vería.

Un par de estudiantes se habían quedado congelados, observándolos con la boca abierta. Otros cuchicheaban, susurrando con miradas curiosas y cejas levantadas. Algunos ni siquiera se habían percatado de lo que estaba ocurriendo, demasiado absortos en sus propias conversaciones para prestar atención. Pero no importaba. Ya era suficiente.

-V-Vincent... -balbuceó, con la voz débil y temblorosa-. ¿Qué estás... qué fue eso?

Vincent lo miró con una expresión tranquila, casi satisfecho. Sus ojos brillaban con determinación, como si acabara de tomar una decisión monumental y no hubiera vuelta atrás. Alastor, aún rojo de la cabeza a los pies, se llevó la mano a los labios, todavía sintiendo el calor del contacto.

-Es exactamente lo que parece, Al. -La voz de Vincent era firme, llena de seguridad-. Ya no quiero esconderme más.

Alastor parpadeó, tratando de procesar esas palabras. ¿Ya no quería esconderse? Pero... pero ellos habían acordado mantenerlo en secreto, mantener lo que tenían protegido del resto del mundo. Había sido lo que él quería, lo que ambos habían decidido. Y ahora... ¿Vincent estaba cambiando de opinión?

-¿Pero... por qué? -murmuró con voz quebrada, sintiendo la confusión agolparse en su pecho-. ¿Qué pasó con mantenernos... seguros?

Vincent sonrió suavemente, su mano extendiéndose para tomar la de Alastor y entrelazar sus dedos. El contacto era cálido y reconfortante, y aunque Alastor se sentía abrumado por las miradas a su alrededor, no pudo evitar sentir una pequeña chispa de alivio al ver la expresión decidida de su novio.

-Te escuché anoche, Al... Y tienes razón. -Vincent dio un paso adelante, acercándose más, como si quisiera protegerlo de todas esas miradas-. Ya no quiero vivir escondido. No quiero que nadie tenga poder sobre nosotros. John solo tenía el control porque estábamos ocultándonos... Pero ya no más.

Alastor abrió la boca para responder, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. Su mente giraba, tratando de asimilar lo que estaba pasando. ¿Vincent había... planeado esto? ¿El beso en público? ¿Había decidido exponer su relación justo cuando todo parecía colapsar?

Se giró lentamente para ver a su alrededor nuevamente, su respiración acelerada mientras trataba de leer las reacciones de los demás estudiantes. Algunos aún estaban observándolos con incredulidad, otros ya se habían vuelto a sus propios asuntos, y un pequeño grupo en el fondo del pasillo tenía los teléfonos en la mano, escribiendo frenéticamente.

John. La realización lo golpeó como un balde de agua fría. ¿Dónde estaba John? ¿Había visto esto?

-Vincent... -murmuró desesperadamente, volviéndose de nuevo hacia él-. Esto... esto podría empeorarlo todo.

Pero Vincent solo negó con la cabeza, apretando su mano con fuerza, sus ojos azules ardiendo con una determinación implacable.

-Ya no importa, Al. -Susurró con firmeza, inclinándose para mirarlo directo a los ojos-. Vamos a pelear juntos. Ya no dejaré que nadie te haga daño... especialmente no él.

Y entonces, con la misma calma con la que había iniciado todo, lo jaló suavemente hacia el pasillo, sus dedos entrelazados como una promesa de que, sin importar lo que pasara, enfrentarían lo que viniera juntos.

John podría tener sus secretos, sus amenazas. Pero Vincent estaba listo para sacarlos a la luz y destruirlos. Y con ese primer beso en público, había declarado la guerra.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora