Interrupción: Parte única

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La luz tenue del cuarto de Vincent creaba un ambiente cálido y acogedor, mientras él y Alastor compartían un momento íntimo en el sofá. Estaban inmersos en una sesión de besos y caricias suaves, con la respiración entrecortada y sus cuerpos enredados. Ambos respetaban sus límites, pero no podían evitar disfrutar de la cercanía, del calor que compartían en ese rincón privado del mundo que solo les pertenecía a ellos.

Alastor, con sus piernas sobre las de Vincent, le sonreía entre besos, disfrutando de la manera en que sus dedos se deslizaban por su cabello. Se sentía seguro, completamente envuelto en ese pequeño universo que habían creado juntos. El silencio de la habitación solo era roto por sus respiraciones y algún que otro susurro cariñoso. Pero de repente, el sonido estridente del teléfono de Vincent rompió esa burbuja perfecta.

Vincent, que estaba muy concentrado en Alastor, se detuvo abruptamente al escuchar la vibración del celular sobre la mesa. Miró hacia él con una pequeña mueca, claramente molesto por la interrupción.

-¿En serio? -murmuró, rodando los ojos.

-Déjalo sonar -dijo Alastor con una sonrisa traviesa, rodeando el cuello de Vincent con sus brazos para atraerlo de nuevo hacia él-. No necesitamos más distracciones.

Por un segundo, Vincent dudó. Pero luego miró la pantalla y vio el nombre de un amigo que le estaba llamando, algo que no solía hacer a menos que fuera urgente. Se mordió el labio, entre la tentación de ignorar la llamada y el impulso de contestar, y finalmente cedió.

-Lo siento, Al, dame un segundo. Puede ser importante -dijo, con un gesto de disculpa mientras se levantaba del sofá.

Alastor lo soltó, pero la decepción se reflejaba en su rostro. Lo siguió con la mirada mientras Vincent tomaba el celular y caminaba hacia la otra habitación para contestar. Un suspiro largo y resignado escapó de sus labios.

"No puede ser..." pensó Alastor, cruzándose de brazos mientras veía cómo su momento perfecto había sido arruinado.

Los minutos pasaron y Alastor se hundió más en el sofá, con una expresión cada vez más seria. El entusiasmo de antes se había desvanecido por completo. Su molestia comenzó a crecer, y pronto no pudo evitar sentirse ignorado. El teléfono había ganado en importancia sobre él, y eso lo hacía hervir por dentro. Cuando Vincent finalmente volvió, encontró a Alastor sentado en el sofá, con los brazos cruzados y una expresión claramente molesta en su rostro.

-Oye, lo siento, no tardé tanto -dijo Vincent, tratando de suavizar la situación con una sonrisa, pero el silencio gélido que recibió en respuesta le dejó claro que Alastor no estaba para bromas.

Alastor lo miró de reojo, pero no dijo ni una palabra. Simplemente se hundió un poco más en el sofá y desvió la mirada, dándole a Vincent la famosa "ley del hielo".

Vincent arqueó una ceja, un tanto confundido, pero al darse cuenta de la situación, suspiró. Sabía que había cometido un error al interrumpir ese momento tan especial, pero tampoco esperaba que Alastor reaccionara de forma tan intensa. Aun así, no pudo evitar sonreír un poco ante lo adorable que se veía Alastor en su berrinche silencioso.

-Al... ¿de verdad me estás ignorando por eso? -preguntó Vincent, acercándose al sofá, aunque Alastor ni siquiera giró la cabeza hacia él.

Sin recibir respuesta, Vincent decidió tomar el asunto en sus propias manos, literalmente. Se inclinó, y en un movimiento rápido y decidido, envolvió su brazo alrededor de la cintura de Alastor, levantándolo con facilidad.

-¡Oye, qué estás haciendo! -gritó Alastor, completamente sorprendido cuando sintió que lo alzaban como si fuera un saco de papas.

Vincent lo acomodó sobre su hombro, sujetándolo con firmeza mientras Alastor seguía protestando y pateando suavemente en el aire.

-¡Vincent, bájame ahora mismo! -exclamó Alastor, mientras intentaba, sin éxito, liberarse del agarre de Vincent.

-No hasta que dejes de ignorarme -respondió Vincent con una sonrisa divertida, disfrutando de los pequeños reclamos de Alastor mientras lo llevaba por el pasillo, hacia su cuarto.

Alastor siguió protestando, aunque internamente no podía evitar sentir algo de diversión por la situación. No le gustaba que Vincent lo interrumpiera, pero tampoco podía mantenerse enojado por mucho tiempo. Especialmente cuando Vincent estaba decidido a sacarle una sonrisa de la manera más tonta posible.

-¡Te odio! -exclamó Alastor, aunque su tono no era del todo serio. Vincent se rió por lo bajo, sabiendo que esas palabras no eran verdaderas.

-Oh, claro que sí, Al -dijo Vincent en un tono burlón mientras lo acomodaba suavemente en la cama de su habitación.

Alastor cayó sobre el colchón, intentando mantener su expresión molesta, pero Vincent no le dio tiempo para seguir fingiendo. Se subió a la cama con él y, antes de que Alastor pudiera reaccionar, lo abrazó fuertemente, envolviéndolo con sus brazos y piernas como si fuera una manta.

-¡No me vas a soltar, ¿verdad?! -dijo Alastor, intentando sonar molesto mientras sentía el calor del cuerpo de Vincent envolviéndolo.

-Ni lo pienses -respondió Vincent con una sonrisa tierna-. No voy a soltarte hasta que me perdones.

Alastor, atrapado en el abrazo de Vincent, se dio por vencido y suspiró. Su rostro, que había estado tenso, se suavizó poco a poco, y aunque intentó mantener el silencio, no pudo evitar sonreír levemente.

-Sabes que es difícil enojarme contigo por mucho tiempo -murmuró finalmente, girándose un poco en los brazos de Vincent para poder mirarlo a los ojos.

Vincent sonrió victorioso y acercó su frente a la de Alastor, acariciando suavemente su cabello.

-Te lo prometo, la próxima vez no atenderé el teléfono. Lo ignoraré, solo por ti -dijo con ternura.

Alastor lo miró por un momento y luego, con un suspiro, dejó caer la cabeza sobre el pecho de Vincent, abrazándolo de vuelta.

-Mejor que así sea -murmuró Alastor, ahora sonriendo contra su pecho-. Porque la próxima vez, no te dejaré llevarme como un saco de papas.

Vincent rió suavemente y lo abrazó más fuerte, sintiendo que la calma y el cariño volvieron a llenar el aire entre ellos. Y así, envueltos en el calor de su abrazo, ambos se quedaron en silencio, disfrutando de esa conexión que solo ellos compartían.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora