๋࣭ ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉] ๋࣭ ⭑ Radiostatic/Staticradio

Falda: Parte 04

La tarde había avanzado y las clases habían quedado atrás, llevándolos a un lugar mucho más cómodo: el departamento de Vincent. Alastor, aún algo abrumado por todo lo que había pasado ese día, se encontraba sentado en la cama de Vincent, comiendo en la mesita de noche. Trató de concentrarse en la comida, sabiendo que estar allí en un ambiente más tranquilo debería ayudarlo a calmarse... pero, por alguna razón, no podía deshacerse del sentimiento de que algo más iba a pasar.

Vincent, mientras tanto, estaba rebuscando en su ropero, distraído en la tarea de encontrar algo específico. Sus movimientos eran relajados, pero había una energía juguetona en el aire, algo que Alastor había aprendido a reconocer después de tanto tiempo juntos. Cada vez que Vincent adoptaba esa actitud, Alastor sabía que algo inesperado estaba por suceder.

-¿Qué estás buscando? -preguntó Alastor, tratando de sonar desinteresado mientras se llevaba un trozo de comida a la boca.

-Ya lo verás... -respondió Vincent con una sonrisa en los labios. Su voz tenía ese tono misterioso que siempre hacía que Alastor levantara una ceja con sospecha.

Alastor trató de ignorarlo, concentrándose en terminar de comer, pero cuando Vincent dejó escapar un sonido de satisfacción y sacó algo del fondo del ropero, el estómago de Alastor se hundió.

-¡Aquí está! -exclamó Vincent con una sonrisa amplia, sosteniendo con orgullo... un vestido.

Alastor lo observó con incredulidad, el tenedor detenido a medio camino de su boca. Sabía exactamente lo que venía a continuación. Su mirada pasó del vestido, con sus delicadas telas y colores suaves, a la cara de Vincent, que lo miraba con una mezcla de emoción y provocación.

-No... -murmuró Alastor, bajando el tenedor y retrocediendo lentamente en la cama-. No, Vincent, no me hagas esto...

Vincent se acercó un paso más, sosteniendo el vestido como si fuera un trofeo. La sonrisa en su rostro no dejaba dudas de que no iba a dejar pasar esta oportunidad.

-¿Por qué no? -preguntó con una risa ligera-. Te veías tan bien antes, y esto... -hizo una pausa para agitar el vestido frente a Alastor-. Esto es perfecto para ti.

-¡No lo es! -protestó Alastor, alejándose más hacia el borde de la cama, su rostro completamente sonrojado. Sabía que no tenía escapatoria, pero aún así, intentaba mantener una apariencia de resistencia.

Vincent, por supuesto, no se lo tomaba en serio. Dio otro paso adelante, moviendo el vestido como si estuviera exhibiéndolo ante Alastor, cada vez más cerca.

-Vamos, Al, sé que en el fondo te gusta... -dijo con una sonrisa más suave, acercándose peligrosamente a su novio, que estaba prácticamente acorralado contra el extremo de la cama.

Alastor apretó los labios, intentando encontrar las palabras adecuadas para rechazar la idea... pero no podía negar que, en algún rincón profundo de su mente, la idea no le resultaba del todo desagradable. La vergüenza lo abrumaba, pero había algo en la forma en que Vincent lo miraba, con esa mezcla de admiración y deseo, que lo hacía sentir... especial.

-Vincent, no es lo mismo... -intentó protestar, pero su voz sonaba débil incluso para él mismo. Sabía que no era convincente, y Vincent lo sabía también.

Vincent se inclinó un poco más, sosteniendo el vestido justo frente a Alastor, sus ojos brillando con diversión y algo más profundo, una ternura que hacía que el corazón de Alastor latiera con más fuerza.

-No te preocupes, Al... -susurró Vincent, su tono ahora mucho más suave, como si estuviera tratando de convencerlo delicadamente-. Sabes que te verías increíble, y solo quiero que lo pruebes... solo para mí.