๋࣭ ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉] ๋࣭ ⭑ Radiostatic/Staticradio

Desacuerdo: Parte 01

Alastor se acomodó en su sillón, dejando a un lado la taza de café que había preparado hace rato pero que se estaba enfriando. Sus dedos bailaban nerviosos sobre la pantalla del teléfono, debatiéndose entre enviar el mensaje o no. Había estado dándole vueltas a la idea todo el día, pensando en cómo plantearla de la forma más casual posible, pero, al final, el nombre de Vincent seguía rondando en su mente.

"Es solo una cita... nada complicado," pensó, intentando convencerse. Tal vez era lo que necesitaba para dejar atrás ese nudo constante que llevaba arrastrando desde hacía tanto tiempo. Se había prometido abrirse a nuevas posibilidades, y Vincent era una de ellas, o eso quería creer.

Al fin, tras varios minutos de vacilación, escribió el mensaje:

Alastor: "Hola, Vincent. ¿Qué tal si nos vemos mañana? Podríamos salir a tomar algo. He oído que abrieron un nuevo café en la ciudad, parece un buen lugar para relajarse."

Mandó el mensaje antes de que pudiera arrepentirse. La pantalla titiló, mostrando que Vincent había leído el mensaje, pero la respuesta no llegó de inmediato. Los segundos se hicieron eternos mientras Alastor esperaba, con el corazón palpitando ligeramente más rápido de lo habitual. Entonces, finalmente, la respuesta apareció en la pantalla.

Vincent: "¡Hola, Alastor! Me encantaría, pero mañana tengo entrenamiento todo el día. Los nuevos reclutas están siendo un dolor de cabeza y debo quedarme con ellos hasta tarde."

Alastor frunció el ceño, la primera respuesta ya no era lo que esperaba, pero se apresuró a escribir una alternativa. No iba a darse por vencido tan fácilmente.

Alastor: "Oh, entiendo. No hay problema. ¿Qué te parece en la noche, después de tu entrenamiento? Podemos cenar, seguro que estarás hambriento después de todo ese esfuerzo."

Esperó, esta vez un poco menos ansioso pero aún atento a la pantalla. El doble check azul apareció de nuevo en cuestión de segundos, seguido por la respuesta.

Vincent: "La verdad es que cuando termino estoy agotado. Y además, después del entrenamiento tengo una reunión de equipo. Es un tema importante, no puedo faltar."

Otra negativa. Alastor sintió una pequeña punzada de frustración, pero se forzó a mantenerse calmado. Aún había posibilidades.

Alastor: "Entiendo, el trabajo es lo primero. Tal vez el viernes, entonces. Podemos planear algo más relajado, tal vez un paseo o incluso ir al cine. Será divertido, y podrías desconectar un poco de todo el estrés."

Esta vez, la respuesta tardó un poco más. Alastor observó cómo aparecía y desaparecía el indicador de que Vincent estaba escribiendo. Parecía que también estaba tratando de buscar la manera correcta de responder.

Vincent: "¡Suena bien! Pero, justo el viernes tengo un compromiso familiar... Mi hermana está organizando una cena y, bueno, no puedo decirle que no. Es importante para ella."

La molestia de Alastor creció un poco más, pero mantuvo la compostura mientras escribía su siguiente mensaje. Estaba empezando a notar un patrón, pero se negaba a darse por vencido tan rápido. Había tenido la idea de que Vincent podría estar evitando salir con él, pero no quería adelantarse a conclusiones apresuradas.

Alastor: "Vaya, parece que estás realmente ocupado esta semana. Entiendo que la familia es importante. ¿Quizás el fin de semana entonces? Estoy libre tanto el sábado como el domingo."

El mensaje fue directo, sin rodeos. Si había alguna posibilidad de verse, seguramente el fin de semana ofrecería algún hueco en la apretada agenda de Vincent. Sin embargo, las respuestas seguían llegando con la misma frecuencia frustrante.

Vincent: "El sábado tengo un evento benéfico al que me comprometí hace meses. Y el domingo es el cumpleaños de mi sobrino, así que estaremos todo el día celebrando."

Alastor miró la pantalla, leyendo el mensaje una y otra vez. A estas alturas, las excusas de Vincent comenzaban a parecer demasiado convenientes. Su mandíbula se tensó ligeramente, pero intentó contener el mal humor que comenzaba a formarse en su interior. En el pasado, habría abandonado la conversación en ese punto, pero sentía que tenía que intentarlo una vez más, si no por otra razón que para asegurarse de que Vincent realmente estaba tan ocupado como decía.

Alastor: "Bueno, parece que tus días están llenos de cosas importantes. Tal vez deberíamos dejarlo para la próxima semana. Si tienes algún día libre, avísame. Me encantaría verte."

Envió el mensaje con una mezcla de decepción y resignación. No quería mostrarse demasiado ansioso, aunque era difícil ocultar la sensación de rechazo que comenzaba a arraigarse. Esta vez, Vincent tardó más en responder, y cuando lo hizo, la respuesta fue directa y concisa.

Vincent: "Sí, lo siento. Esta semana está bastante complicada. Te aviso si me libero pronto, ¿vale?"

Ahí estaba. La típica promesa vaga que dejaba la posibilidad flotando en el aire, sin compromiso real. Alastor leyó el mensaje, soltando un suspiro mientras se hundía más en el sillón. Apretó el teléfono con fuerza, mordiéndose el labio. Todo el esfuerzo por no parecer insistente o desesperado, por ser paciente y comprensivo, y ahora se sentía como si hubiera estado corriendo tras una sombra todo el tiempo.

No respondió de inmediato. Pensó en qué decir, pero ninguna palabra sonaba lo suficientemente correcta. Había algo molesto en la forma en que la conversación había transcurrido, y aunque no quería admitirlo, le dolía más de lo que esperaba. Al final, optó por un simple mensaje.

Alastor: "Está bien. Avísame cuando tengas tiempo."

Mandó el mensaje, dejando el teléfono sobre la mesa, esta vez sin ganas de esperar más. El vacío que sentía en el estómago no era tanto por la falta de planes, sino por la confirmación de algo que había estado temiendo: tal vez Vincent no estaba tan interesado como él pensaba.

Se levantó del sillón y caminó hacia la ventana, observando la calle vacía mientras sus pensamientos seguían dando vueltas en su cabeza. ¿Por qué insistía tanto? ¿Por qué le importaba tanto lo que Vincent hiciera o dejara de hacer?

Apretó los puños, sintiendo la ira burbujeante que estaba acostumbrado a contener. No era una sensación nueva, pero hacía tiempo que no la experimentaba tan intensamente. Todo el día había estado esperando ese "sí", y lo único que había conseguido era una cadena de excusas que le sabían a rechazo. Se obligó a respirar profundo y a relajarse, aunque no podía evitar que cierta molestia persistiera.

"Está ocupado, simplemente está ocupado," se dijo a sí mismo. Pero en el fondo, la duda seguía ahí, clavándose como una espina incómoda.