Estrés: Parte 06

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La tarde estaba teñida por un suave resplandor dorado cuando Alastor y Vicent se sentaron en el sofá de la sala. La casa estaba sumida en un silencio tranquilo, roto solo por el suave tic-tac del reloj de pared. En la mesa de centro, el brillante examen con el "100" marcado en tinta roja destacaba como un trofeo ganado con esfuerzo. Alastor no podía dejar de mirarlo, sus ojos resplandeciendo con una mezcla de asombro y orgullo. Todavía le costaba creerlo. ¡Había logrado un puntaje perfecto! Todo ese esfuerzo, cada noche en vela, cada hoja de apuntes, había valido la pena.

A su lado, Vicent lo miraba con una sonrisa ancha y llena de orgullo. Sus ojos brillaban con calidez, admirando el rostro de su novio mientras intentaba absorber la realidad de su éxito.

-Te lo dije -susurró Vicent suavemente, acercándose un poco más. -Eres increíble, Al. Sabía que podías hacerlo.

Alastor bajó la vista, un leve rubor cubriendo sus mejillas. Aunque estaba feliz, no podía evitar sentirse un poco abrumado por toda la atención.

-Gracias... -murmuró, jugando nerviosamente con el borde de su camisa. -Pero... todo esto... -gesticuló hacia el ambiente festivo de la sala-, ¿no es demasiado? Solo es un examen...

Vicent soltó una risita suave y negó con la cabeza.

-No es solo un examen, Alastor. Es EL examen. El más importante, ¿recuerdas? -Se inclinó hacia él, sus ojos nunca apartándose de los de su novio. -Te esforzaste tanto. Lo diste todo. Así que mereces esto y mucho más. Si tu mamá quiere traerte un pastel y celebrar, entonces deberías aceptarlo. -Vicent deslizó su mano para tomar la de Alastor, entrelazando sus dedos suavemente. -Y si ella no lo hubiera hecho, créeme, yo lo habría organizado. Porque quiero que sepas lo increíble que eres.

El rubor en el rostro de Alastor se profundizó, y su sonrisa se hizo un poco más amplia. La calidez de las palabras de Vicent llenaba su pecho, haciendo que sus preocupaciones y dudas se desvanecieran como la niebla de la mañana.

-Tú siempre sabes qué decir... -musitó, apretando la mano de Vicent con suavidad. -No sé qué haría sin ti.

Vicent sonrió con esa mirada juguetona que hacía que el corazón de Alastor diera un vuelco.

-Probablemente seguirías siendo un genio estudioso, pero uno muy aburrido -bromeó, inclinándose aún más cerca, hasta que sus rostros quedaron a pocos centímetros. -Menos mal que me tienes para darte un poco de emoción, ¿no crees?

Alastor soltó una risita, pero antes de que pudiera responder, Vicent hizo algo que lo tomó completamente por sorpresa. Sin previo aviso, se abalanzó sobre él, tumbándolo suavemente contra el respaldo del sofá. Alastor abrió los ojos, confundido, pero no tuvo tiempo de decir nada antes de que Vicent comenzara a cubrir su rostro de besos rápidos y juguetones.

-¡V-Vicent! -exclamó entre risas, tratando de apartarse, pero la sonrisa traviesa de su novio y la firmeza con la que lo sostenía le dejaron claro que no iba a ningún lado. -¡¿Qué haces?!

-Te doy lo que realmente mereces -respondió Vicent con voz grave, pero sus ojos brillaban con pura adoración. -Un premio por ser tan increíble. -Y, con una risa baja y melodiosa, continuó su asalto, besando cada centímetro del rostro de Alastor: su frente, sus mejillas, su nariz, hasta sus labios, deteniéndose allí solo para saborear el contacto por un momento antes de continuar.

Alastor se retorcía entre risas, su corazón latiendo con fuerza mientras el calor de cada beso lo envolvía. Era una mezcla de ternura y diversión, y aunque parte de él quería protestar por lo ridículo de la situación, otra parte, mucho más grande, se sentía completamente feliz de dejarse llevar.

-V-Vicent, espera... -jadeó finalmente, sus labios curvados en una sonrisa cuando Vicent se detuvo para mirarlo, sus rostros tan cerca que Alastor podía sentir el aliento de su novio. -Mi mamá... -intentó continuar, pero la risa en sus palabras lo traicionó. -Dijo que vendría con el pastel en cualquier momento...

Vicent frunció el ceño, fingiendo desaprobación.

-Pastel, pastel... -murmuró, como si probara la palabra en su boca. -¿Quién quiere un pastel cuando puedo tener esto?

Y antes de que Alastor pudiera reaccionar, Vicent volvió a inclinarse, atrapando sus labios en un beso largo y profundo. Alastor jadeó, sorprendido, pero pronto sintió cómo sus pensamientos se disolvían en la calidez del contacto. Las manos de Vicent se deslizaron suavemente por su espalda, atrayéndolo más cerca mientras el beso se volvía más lento y lleno de cariño.

Cuando finalmente se separaron, Alastor estaba sin aliento, su rostro encendido y su corazón latiendo tan rápido que parecía que iba a salirse de su pecho.

-¿Ves? -susurró Vicent, su voz baja y ronca. -No necesito un pastel, Alastor. -Sus labios se curvaron en una sonrisa traviesa. -Prefiero comerte a besos.

El rubor en las mejillas de Alastor se intensificó, y no pudo evitar reírse suavemente, aún recuperando el aliento.

-Eres... un caso perdido... -logró decir, aunque su sonrisa traicionaba el afecto detrás de sus palabras.

-Y tú -respondió Vicent, inclinándose para rozar su nariz con la de Alastor en un gesto tierno- eres mi premio. -Le dio otro beso corto, suave, como si no pudiera evitarlo. -No importa cuántos exámenes perfectos saques o cuántas noches sin dormir pases... Para mí, ya eres más que perfecto.

Alastor cerró los ojos, dejando que el peso de las palabras lo envolviera. Se sintió ligero, casi flotando en una burbuja de felicidad pura. Porque en ese momento, no importaba el examen, ni los sacrificios, ni siquiera lo que su madre pudiera decir. Todo lo que importaba era que Vicent estaba allí, con él, demostrándole cuánto lo amaba de la manera más dulce y sincera posible.

Y si eso significaba soportar un ataque de besos por el resto de la tarde, entonces... bueno, tal vez no era un premio tan malo después de todo.

Con una sonrisa, Alastor se relajó contra el sofá, sus dedos enredándose suavemente en el cabello de Vicent mientras su novio lo besaba una y otra vez, como si el simple hecho de estar juntos fuera motivo suficiente para celebrar.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora