Amigos: Parte 04

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El ambiente en la cafetería se volvió casi surrealista mientras el grupo de amigos observaba cómo Vicent y Alastor seguían completamente absortos el uno en el otro. La calidez y complicidad entre ellos era palpable, y por un momento todos se sintieron como meros espectadores de una escena romántica sacada de una película. Nadie decía nada; se limitaban a intercambiar miradas y a fingir que estaban más concentrados en sus propias tazas de café de lo que realmente estaban.

Vicent, aparentemente ajeno a la tensión, tomó un trozo de pastel del plato que había pedido para Alastor y, con una sonrisa traviesa, lo acercó lentamente a los labios de su pareja.

-Anda, abre -murmuró con tono dulce, moviendo la cucharilla cerca de la boca de Alastor-. Este tiene más glaseado, sé que te gusta.

Alastor, con las mejillas un poco encendidas y el ceño fruncido como si intentara resistirse a la tentación, finalmente cedió y abrió la boca, dejando que Vicent lo alimentara. Un leve suspiro de resignación escapó de sus labios mientras masticaba lentamente, mirándolo con una mezcla de ternura y vergüenza.

-No tienes que tratarme como a un niño... -protestó Alastor débilmente, aunque el rubor en su rostro delataba que, en realidad, no le importaba en lo más mínimo.

-Oh, claro que sí -respondió Vicent con una risa suave-. Especialmente después de lo que pasó anoche. Debería estar cuidándote como a un rey.

El grupo entero se removió incómodo en sus asientos, esforzándose por parecer indiferentes mientras seguían cada pequeño gesto de la pareja. Las miradas ansiosas iban y venían, y era evidente que todos estaban muriendo de ganas de discutir lo que veían, pero se contenían para no interrumpir la burbuja que Vicent y Alastor habían creado a su alrededor.

-Mmm... -murmuró Alastor, aceptando otro bocado que Vicent le ofreció-. Pero no abuses. Ya estoy bien... más o menos -añadió, y su mirada se suavizó cuando Vicent le acarició la mejilla con cariño.

-No te preocupes. Te cuidaré, aunque te pongas de mal humor por ello -respondió Vicent con una sonrisa antes de inclinarse y darle un rápido beso en la frente.

Para entonces, el grupo no sabía si reír, llorar, o simplemente desmayarse. La naturalidad con la que intercambiaban gestos afectuosos -como si no hubiera nadie más en la cafetería- era completamente adorable... pero al mismo tiempo, extraña para sus amigos, quienes seguían intentando unir las piezas del rompecabezas que ellos mismos habían creado en sus cabezas.

Finalmente, después de lo que parecieron horas de miradas furtivas y gestos amorosos, Alastor se estiró lentamente y dejó escapar un pequeño quejido de dolor. Inmediatamente, Vicent se puso de pie y rodeó la mesa para ayudarlo.

-Vamos, cariño, creo que ya es hora de irnos -dijo en voz baja, sosteniéndolo suavemente por los hombros-. No quiero que te esfuerces demasiado.

-Estoy bien, puedo caminar... -protestó Alastor, pero sus intentos de ponerse en pie sin ayuda fueron un fracaso total. Apenas logró estabilizarse antes de que Vicent lo sujetara por la cintura, atrayéndolo contra él para sostenerlo con firmeza.

-Sí, claro que puedes -murmuró Vicent con una sonrisa divertida-. Pero ¿qué tal si me dejas ayudarte, aunque sea esta vez?

Con un suspiro, Alastor asintió lentamente, apoyándose más en él.

-Solo esta vez -dijo con un tono resignado, pero luego le lanzó una sonrisa cálida que derritió a Vicent en el acto.

Mientras la pareja se alejaba lentamente, con Vicent ayudando a Alastor a caminar con un brazo firmemente envuelto alrededor de su cintura, los amigos se quedaron en completo silencio, observando cómo se deslizaban hacia la salida.

El murmullo de la cafetería parecía haber desaparecido por completo, dejando solo el eco de los pasos de Vicent y el suave murmullo de Alastor quejándose mientras Vicent le susurraba algo tranquilizador al oído. Cuando la puerta se cerró detrás de ellos, el grupo entero se quedó paralizado, como si aún estuvieran procesando lo que acababan de ver.

Y luego, como si alguien hubiera encendido un interruptor, todos empezaron a hablar a la vez.

-¡¿Qué fue todo eso?! -exclamó Anthony, rompiendo el silencio con un grito ahogado-. ¿Alguien más vio lo que yo vi?

-No... no puede ser lo que estoy pensando, ¿o sí? -murmuró Charlie, entrecerrando los ojos como si estuviera intentando ver más allá de lo evidente-. ¿Es posible que...?

-¡Claro que es posible! -interrumpió Oscar, sacudiendo la cabeza con fuerza-. ¡Pero... Vicent estaba siendo tan cuidadoso con él...! Es como si Alastor estuviera... uh, ¿lastimado?

-¿"Lastimado"? -repitió Anthony con tono sarcástico, alzando las cejas-. Creo que "exhausto" es una palabra más adecuada.

-¡Shhh! -Vaggie levantó una mano, aún mirando la puerta por donde habían desaparecido-. ¡Bajen la voz! ¿Quieren que alguien más nos escuche?

Oscar se cruzó de brazos, con las mejillas encendidas.

-¿Pero cómo no sacar conclusiones? -exclamó en un tono mucho más bajo-. ¡Vicent lo estaba ayudando a caminar y casi le daba de comer en la boca como si...!

-Como si... -Anthony se inclinó hacia adelante, bajando aún más la voz y lanzando una mirada significativa a todos-. Como si hubieran tenido una "noche a solas" -concluyó con un tono insinuante, levantando las cejas repetidamente.

Los ojos de Charlie se abrieron como platos.

-¡No, no, no, no! -dijo rápidamente, agitando las manos frente a ella-. ¡No creo que Alastor y Vicent...! Quiero decir... no tan pronto, ¿no?

-Bueno, se ven muy cómodos el uno con el otro -murmuró Vaggie con tono pensativo, entrecerrando los ojos como si estuviera analizando cada interacción que acababa de presenciar-. Y lo que dijo Alastor... "me duele por lo de anoche". Eso no suena precisamente inocente.

Anthony soltó una risita nerviosa.

-¡Lo sabía! Siempre pensé que ellos dos tenían más de lo que mostraban -dijo con entusiasmo-. Pero, wow... no esperaba que fueran tan... intensos.

Oscar asintió lentamente, como si finalmente todo tuviera sentido.

-Eso explica por qué Vicent es tan protector con él -murmuró-. Si realmente tuvieron... eh, ya saben, "una noche", entonces es obvio que quiere asegurarse de que Alastor esté bien. Es... lindo, de alguna manera.

-¿"Lindo"? -Vaggie bufó, frunciendo el ceño-. Más bien parece que alguien se dejó llevar.

-Sea como sea -intervino Charlie, recuperando el aliento y cruzándose de brazos-, no podemos seguir hablando de esto sin saber la verdad. ¿Qué tal si solo se preguntan?

-¡Ni locos! -respondieron todos al unísono.

Y así, mientras la cafetería volvía a llenarse del bullicio habitual, el grupo se quedó sumido en un mar de teorías y suposiciones, prometiendo no decir una palabra... pero todos absolutamente convencidos de que algo mucho más interesante había sucedido entre Vicent y Alastor la noche anterior.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora