Amigos: Parte 05

13 1 2
                                    

El aire fresco de la tarde los envolvía cuando Alastor y Vicent se alejaron de la cafetería, dejando atrás a sus amigos sumidos en un mar de confusión y teorías locas. Tan pronto como cruzaron la esquina y se aseguraron de que ya no los miraban, ambos estallaron en carcajadas. Alastor casi pierde el equilibrio de nuevo por la intensidad de sus risas, lo que obligó a Vicent a sostenerlo de la cintura.

-¡Por todos los demonios! -jadeó Alastor, con una amplia sonrisa que le iluminaba el rostro-. ¿Viste sus caras? ¡Parecía que estaban a punto de explotar!

-¡Lo sé! -Vicent respondió, todavía recuperándose de la risa, con los ojos llenos de alegría-. No puedo creer que siempre se vayan por el camino más complicado cada vez que ven algo entre nosotros. ¡Es como si no pudieran pensar en algo inocente!

Alastor asintió, secándose las lágrimas que amenazaban con salir. Su risa se suavizó poco a poco hasta convertirse en un suave suspiro de satisfacción.

-Y lo peor es que no hicimos nada raro -dijo Alastor, dejando que su voz se llenara de diversión-. Solo les dimos un poco de material para que se rompan la cabeza, como siempre.

-Oh, pero yo fui un poco travieso... -Vicent le lanzó una sonrisa pícara, inclinándose hacia él-. Eso de mencionar "lo de anoche" definitivamente no ayudó a calmar sus sospechas, ¿verdad?

Alastor lo miró con los ojos entrecerrados, intentando mantener una expresión seria, pero pronto falló y soltó una risita entre dientes.

-Me hiciste quedar como un completo inválido... -murmuró, sacudiendo la cabeza con fingida indignación-. Ahora pensarán que me... bueno, que hicimos algo... "intenso".

-Y no estaban del todo equivocados -respondió Vicent en un tono juguetón, alzando las cejas de manera sugerente-. Fue muy "intenso" terminar de editar el proyecto hasta la madrugada... y luego verte dormir todo agotado. Eso sí fue una vista preciosa.

-Tonto... -Alastor dejó escapar una risita tímida y lo empujó suavemente en el brazo-. Por eso casi no podía caminar bien, y tú lo sabes. Estaba muerto de sueño.

Vicent se detuvo un segundo, inclinándose hacia él con una expresión traviesa.

-Aunque, si quieres, podríamos hacer que sus suposiciones se vuelvan realidad -dijo suavemente, su voz cargada de una mezcla de picardía y promesa-. No me importaría en absoluto...

Alastor sintió el calor subir a sus mejillas, pero se obligó a mirarlo fijamente. Luego, lentamente, negó con la cabeza.

-Sabes que no, Vicent... -murmuró, con la voz más suave y firme de lo habitual-. Hicimos una promesa.

Vicent suspiró, fingiendo estar derrotado, pero su sonrisa tierna nunca desapareció.

-Lo sé, lo sé -dijo en voz baja, llevándose una mano al pecho dramáticamente-. Pero es tan difícil cuando me miras así...

-Ya, no seas exagerado -respondió Alastor, conteniendo otra risa-. Dijimos que esperaríamos, ¿recuerdas? Hasta que estemos listos. Nada de apresurarse.

-Sí, claro. Cuando estemos listos... -repitió Vicent, aunque el tono afectado de su voz se desvaneció pronto, reemplazado por una sonrisa sincera-. Pero te aseguro que mis ganas de abrazarte todo el tiempo no van a desaparecer tan fácilmente.

-Bueno, eso no cuenta -Alastor le dio un ligero empujoncito, aunque su expresión también era suave-. Podemos abrazarnos y besarnos tanto como queramos. Pero...

-Pero -repitió Vicent, inclinándose para darle un pequeño beso en la frente-, hasta ahí llegamos. Lo entiendo, cariño. Y no me importa esperar lo que haga falta.

Sus ojos se encontraron por un instante, y el calor en sus miradas decía más que cualquier palabra. No hacía falta decirlo en voz alta, pero ambos sabían que su promesa no era solo una cuestión de tiempos, sino de respeto mutuo, de construir algo sólido antes de dar un paso más allá.

Finalmente, Alastor se apoyó más en Vicent, disfrutando del calor de su abrazo mientras seguían caminando hacia la casa del mayor.

-Me gusta verte tan paciente -bromeó Alastor con tono burlón-. Quizás debería hacerlo esperar un poco más, solo para ver cómo te desesperas.

-¡No te atrevas! -Vicent fingió horror antes de volver a sonreír con picardía-. Pero si te desesperas tú antes, eso también me serviría de consuelo.

Alastor se rio nuevamente, disfrutando del intercambio juguetón mientras doblaban la esquina hacia la casa de Vicent. A medida que el tiempo pasaba, sus pasos se hicieron más ligeros, el dolor y el cansancio de antes disipándose un poco. Se sentía a gusto, relajado... y sobre todo, feliz de tener a Vicent a su lado, apoyándolo.

-Por cierto, ¿dijiste que teníamos tarea? -preguntó Alastor de repente, rompiendo el hilo de pensamientos amorosos con una expresión más seria.

-Ah, sí... -Vicent hizo una mueca-. Tengo algunas cosas de cálculo que resolver, y tú tienes que terminar ese ensayo para historia, ¿no?

-Uf, no me recuerdes... -Alastor dejó caer los hombros, resoplando-. Pero bueno, supongo que podré sobrevivir. ¿Me vas a ayudar, verdad?

-Por supuesto -Vicent sonrió ampliamente-. Si sobrevives a mi empujón de antes, puedo ayudarte con unos cuantos números y letras.

-¡Ja, ja, ja! -Alastor se rió, pero le dio un suave codazo en las costillas-. Qué gracioso.

-Solo digo -añadió Vicent, encogiéndose de hombros con una expresión inocente-. Pero no te preocupes, te compensaré con algo dulce después.

-Mmm, eso suena bien -murmuró Alastor, con una sonrisa pícara-. Y con eso no me refiero a los pasteles.

Vicent dejó escapar una carcajada y tiró suavemente de su mano, acercándolo más a él.

-Ya, travieso -dijo suavemente, dándole un beso en la mejilla antes de continuar su camino-. Vamos a casa. Tenemos muchas cosas que hacer... y un par de amigos muy confundidos a quienes dejar pensando por un buen rato.

Alastor asintió con entusiasmo, y con una última mirada compartida llena de amor y complicidad, ambos siguieron caminando hacia la casa de Vicent, dejando atrás las risas, las bromas... y el caos que seguramente se desataría cuando sus amigos comenzaran a sacar más conclusiones apresuradas.

Al fin y al cabo, si había algo que ambos disfrutaban casi tanto como estar juntos, era hacer que los demás se rompieran la cabeza pensando en qué demonios estaba pasando entre ellos.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora