Cosquillas: Parte 03

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Alastor se dejó caer sobre su cama, todavía recuperándose del incómodo intercambio con su madre. El corazón aún le latía rápido, el rostro estaba caliente por la vergüenza acumulada, y la charla... esa charla que parecía una advertencia velada no dejaba de repetirse en su mente.

Miró el techo por un momento, suspirando. Pensó en su "querido" novio, Vincent, y en cómo lo había dejado completamente solo para enfrentar la ira de su madre. Qué considerado de su parte, pensó con sarcasmo, frunciendo el ceño. La irritación comenzó a resurgir. Si no estuviera tan avergonzado por lo que su madre casi los sorprende haciendo, probablemente habría hecho algo más que reclamar en silencio.

Sin poder contenerse, agarró su teléfono de la mesita de noche y comenzó a teclear con energía, sus dedos volando sobre la pantalla.

Alastor:
Vincent, traidor.

Vincent:
¿Eh? ¿Traidor? ¿Qué hice ahora?

Alastor:
¡No te hagas el tonto! ¡Me dejaste solo a merced de mi madre! ¡No puedo creer que hayas salido corriendo así de rápido!

Vincent:
Eh... ¿preferías que me quedara y ella me diera "la charla" también?

Alastor:
Sí. Exactamente. Así sufriríamos juntos.

Vincent:
Bueno, Al... Soy más útil para ti vivo y no muerto a manos de tu madre, ¿no crees?

Alastor apretó los labios, frunciendo el ceño mientras leía la respuesta de Vincent. Claro, era un buen punto, pero no quería dárselo. Aún no. ¡No después de haber pasado por esa conversación tan incómoda!

El teléfono vibró de nuevo, con un mensaje de audio esta vez. Alastor dudó por un segundo, antes de presionar el botón de reproducción.

-Al, sabes que no fue a propósito... ¿cierto? -la voz de Vincent sonaba suave, con un toque de preocupación-. No quería dejarte solo con ella, pero... bueno, me asustó. Admito que soy un cobarde. Pero, por favor, no te enojes conmigo...

Alastor bufó, tratando de mantenerse firme en su indignación. Pero la manera en que Vincent había bajado la voz al final hizo que se le escapara una leve sonrisa. No iba a ceder tan fácil.

Alastor:
Oh, ¿me pides que no me enoje? Después de que te fuiste volando como un ratoncito asustado en vez de defenderme como un buen novio debería hacer... qué triste.

Vincent:
¡Hey, no es justo! No soy un ratón, ¡y sabes que no podía defenderte de tu madre!

Alastor:
¿Entonces qué, ah? ¿Me dejas con ella mientras tú escapas como si nada? Qué novio más solidario...

Hubo un pequeño silencio después de enviar ese mensaje, y Alastor se cruzó de brazos, esperando la siguiente respuesta de Vincent. La pantalla se iluminó, mostrando que estaba escribiendo, pero luego se detuvo, como si Vincent estuviera pensando en cómo responderle.

Finalmente, otro audio llegó. Alastor alzó una ceja, intrigado.

-Siento mucho haberte dejado así... pero te prometo que la próxima vez enfrentaré a tu madre como todo un guerrero. -Vincent hizo una pausa dramática antes de agregar, con voz teatral-: ¡Por ti, enfrentaré incluso las llamas del infierno y la ira maternal! Aunque... la verdad es que prefiero que no me vuelva a mirar con esos ojos. Es más aterradora que cualquier profesor que haya tenido...

Alastor se mordió el labio, tratando de contener la risa que amenazaba con salir. Su mal humor estaba empezando a desvanecerse lentamente, aunque no quería admitirlo tan rápido. ¡No después de que Vincent hubiera escapado sin él!

Alastor:
Hmm, qué valiente. Justo después de huir de mamá, ¿no?

Vincent:
¡Te juro que no fue así! Solo pensé que te iría mejor si me quitaba de en medio... ¡eso es todo!

Alastor estaba a punto de responder con otro comentario sarcástico cuando un tercer mensaje de voz llegó. Al reproducirlo, escuchó a Vincent susurrar con un tono entre apenado y juguetón:

-Además... si me hubiera quedado, probablemente me habría convertido en jamón... o peor, en yerno.

Esa última línea hizo que Alastor soltara una carcajada que resonó en su silenciosa habitación. A pesar de todo, Vincent tenía ese efecto en él; siempre lograba hacerlo reír, incluso cuando estaba decidido a mantener su fachada de enojo. Suspiró, relajándose un poco mientras su sonrisa persistía en su rostro.

Alastor:
¡Idiota! ¡No eres ni capaz de enfrentar a mi madre, y piensas en convertirte en yerno!

Vincent:
¿Entonces ya te sientes mejor, mon chéri?

Alastor:
...tal vez un poco.

Vincent:
Lo sabía.

Alastor negó con la cabeza, sintiendo que su mal humor se desvanecía completamente. Vincent sabía exactamente qué botones presionar para calmarlo y hacerlo sonreír, como si supiera leer su mente a través de los mensajes. Aunque nunca lo admitiera en voz alta, en el fondo Alastor sabía que ese era uno de los motivos por los que quería tanto a su torpe y descarado novio.

Finalmente, después de un momento de silencio, tecleó de nuevo, con un tono más relajado.

Alastor:
Está bien, te perdono. Pero solo porque lograste hacerme reír.

Vincent:
¡Yes! Soy el mejor. ¿Entonces ya no estás enojado?

Alastor:
No... pero ya no eres bienvenido en mi casa.

Vincent:
¿Qué?

Alastor:
Lo que oíste. ¡Ya no eres bienvenido!

Vincent:
¡Eso es cruel, Al! No puedes hacerme esto... ¿o sí?

Alastor:
Oh, sí que puedo.

Vincent:
¡Por favor, no! Prometo enfrentar a tu madre la próxima vez... ¡te lo juro!

Alastor:
Demasiado tarde, ratoncito. Buenas noches, que tengas dulces sueños pensando en cómo te escaparás de ella la próxima vez.

Vincent:
...Al, no hagas esto. ¡Alastor!

Alastor soltó una risita mientras apagaba el teléfono y se acomodaba bajo las sábanas. Sabía que Vincent estaba bromeando en parte, pero la idea de hacerlo sufrir un poco por dejarlo solo en una situación tan incómoda era simplemente demasiado tentadora.

Después de todo, él también tenía derecho a un poco de diversión. Ya veremos quién huye la próxima vez, pensó, sonriendo suavemente mientras cerraba los ojos, finalmente en paz.

-Buenas noches, Vincent -murmuró para sí mismo, dejando que el sueño lo envolviera con una sonrisa satisfecha en los labios.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora