๋࣭ ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉] ๋࣭ ⭑ Radiostatic/Staticradio

Verdad o Reto: Parte 04

El aire fresco de la noche envolvía a Alastor y Vicent mientras caminaban en silencio por las calles empedradas de la ciudad, dejando atrás la casa de Charlie. El sonido de sus pasos resonaba en el pavimento, acompañados solo por el ocasional murmullo del viento. El peso de lo ocurrido durante el juego aún colgaba entre ellos, pero ni uno ni el otro había dicho nada desde que salieron.

Alastor, con las manos metidas en los bolsillos y la mirada fija en el suelo, aún sentía la vergüenza quemando en sus mejillas. Había revelado algo que ni siquiera en sus peores pesadillas habría imaginado decir frente a sus amigos. Vicent, por su parte, caminaba a su lado con una calma superficial, pero era evidente que estaba reprimiendo sus pensamientos.

Finalmente, fue Vicent quien rompió el silencio, su tono ligero pero con una pizca de ironía.

-Bueno... -comenzó, sin mirar a Alastor-, parece que ya no será un secreto que tienes novio.

Alastor soltó un suspiro largo, aún incómodo por la situación. No podía borrar lo que había dicho. Sentía que toda su cuidadosa fachada se había desmoronado con una sola confesión.

-No tenía elección -dijo, su voz algo apagada-. ¡No podía besarlo! No de esa manera... no frente a ti.

Vicent se detuvo un momento, deteniendo a Alastor con una mano en su brazo, y lo miró directamente a los ojos. Había una mezcla de diversión y posesividad en su expresión que Alastor no supo descifrar del todo.

-No te preocupes, lo entiendo -respondió Vicent, con un toque de picardía-. Aunque, tal vez debería haber hecho algo antes para que nadie siquiera pensara en ponerte en esa posición.

Alastor arqueó una ceja, un tanto confuso por el tono sugerente de Vicent. Vicent se encogió de hombros y soltó una risa suave.

-Ya sabes... -continuó, con una sonrisa juguetona-. Tal vez debería ponerte un collar que diga "ocupado". Así, cuando estés con ellos, sabrán que no pueden pedirte ese tipo de cosas.

Alastor abrió los ojos de par en par, el rubor regresando a sus mejillas con fuerza.

-¿Un... qué? -exclamó, ofendido y apenado al mismo tiempo-. ¡Eso es ridículo, Vicent! ¡No soy una mascota!

Vicent simplemente se echó a reír ante la reacción exagerada de Alastor, disfrutando de verlo sonrojado. Alastor apartó la vista, claramente mortificado por la idea de llevar un "collar", aunque en el fondo también había algo en la broma que lo hizo sentir extrañamente nervioso.

-De acuerdo, de acuerdo -respondió Vicent, levantando las manos en un gesto de rendición-. Si no te gusta la idea del collar, siempre podría hacer algo más sutil... como dejarte una marca en el cuello. Eso sí que enviaría un mensaje claro.

Alastor casi tropezó al escuchar esa sugerencia, su rostro alcanzando un nuevo nivel de rojo. La vergüenza se apoderó de él de inmediato, pero no pudo evitar soltar una risa nerviosa. La imagen que Vicent había pintado en su mente era demasiado. Se llevó la mano al cuello instintivamente, tratando de disimular su incomodidad.

-¡Eso es aún peor! -protestó, sin poder contener la risa ahora-. ¿Qué te pasa hoy? ¡Es como si hubieras estado planeando esto todo el tiempo!

Vicent sonrió de lado, con una mirada cargada de diversión mientras le daba un suave empujón en el brazo.

-Solo bromeo, Al. Pero, considerando cómo todos te miraban hoy, quizás no sea tan mala idea. Parece que Lucifer no es el único interesado en saber si estás disponible.

Alastor le devolvió el empujón, esta vez con una sonrisa más relajada. Sabía que Vicent estaba bromeando... en parte. Pero también sabía que su novio podía ser algo celoso cuando se trataba de él, aunque intentara ocultarlo bajo capas de humor.

-Bueno, para que lo sepas, no estoy "disponible" para nadie más. Ya lo dejé claro esta noche, ¿no? -respondió Alastor, con una mezcla de orgullo y timidez.

Vicent lo miró de reojo, una sonrisa sincera asomando en sus labios.

-Sí, lo hiciste -admitió-. Aunque me sorprendió que lo dijeras. No pensé que lo dirías así, tan... de repente.

-¡Yo tampoco lo pensé! -Alastor soltó una carcajada nerviosa-. Fue un desastre. Pero al menos ahora no tengo que fingir frente a ellos. Aunque... no sé qué voy a decirles la próxima vez que pregunten.

-Bueno, siempre puedes mantenerlos en suspenso -sugirió Vicent, divertido-. O... podrías decirles que soy tu novio. Así se enteran de una vez por todas.

Alastor lo miró, pensativo por un segundo. La idea de que sus amigos supieran sobre su relación con Vicent lo llenaba de ansiedad, pero también de una especie de alivio. No tener que ocultarse, al menos frente a ellos, sería un peso menos sobre sus hombros.

-Tal vez lo haga -dijo Alastor, finalmente-. Pero no ahora. Quiero que sea en mis términos.

Vicent asintió. Ambos continuaron caminando en silencio por un momento, pero el ambiente entre ellos era más ligero, más relajado. Las bromas y la tensión del juego habían quedado atrás, y ahora simplemente disfrutaban de la compañía del otro.

Mientras se acercaban a la puerta del apartamento de Vicent, ambos se detuvieron frente a la entrada. Alastor, aún sonriendo por las bromas anteriores, lo miró con una expresión tranquila, pero sus ojos brillaban con algo más profundo. Vox lo miró de vuelta, sin decir nada por un segundo, antes de acercarse lentamente.

-¿Nos vemos mañana? -preguntó Alastor, su voz suave.

-Claro -respondió Vicent, inclinándose hacia él.

Ambos se miraron por un momento más, y luego, sin palabras, se acercaron hasta que sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de cariño. No había prisas ni nerviosismo esta vez, solo el calor familiar de sus labios unidos, como si ese pequeño gesto borrara cualquier incomodidad que hubiera quedado de la noche.

Cuando se separaron, Alastor sonrió tímidamente, y Vicent le devolvió una sonrisa tranquila.

-Buenas noches, Alastor.

-Buenas noches, Vicent.

Alastor se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su propio apartamento, sintiendo que, a pesar de todo, la noche había terminado de la mejor manera posible. Mientras lo hacía, se llevó una mano al cuello, riendo ligeramente para sí mismo, pensando en la broma del collar y las marcas.