Protección: Parte única

17 1 0
                                    

La noche había caído suavemente sobre la ciudad, envolviendo las calles en una oscuridad tranquila que solo era interrumpida por las débiles luces de los postes de alumbrado. Alastor y Vincent caminaban de regreso a casa después de una tarde perfecta en el parque, sus manos entrelazadas mientras conversaban sobre cosas triviales y compartían alguna que otra risa. Había una calma palpable entre ellos, como si el mundo les hubiera dado permiso para desconectarse de todo lo demás.

Alastor llevaba su chaqueta liviana, su cabello ondulado cayendo hasta sus hombros en suaves mechones que se movían con la brisa. Su silueta delgada y elegante era inconfundible para Vincent, quien no podía evitar mirarlo con cariño mientras caminaban lado a lado, en esa serenidad compartida.

Pero esa paz se rompió cuando giraron por una calle más solitaria. El sonido de voces masculinas llegó desde un rincón oscuro. Un grupo de chicos, que claramente llevaban demasiado tiempo allí, comenzaron a silbar y a murmurar entre sí en cuanto vieron -sin ver bien- a Alastor pasar.

-Mira eso, chicos -dijo uno de ellos con voz burlona-. ¿Quién se trae a esta belleza por aquí?

Vincent, que normalmente era bastante tranquilo, sintió de inmediato un nudo formarse en su estómago. Trató de respirar hondo y mantener la calma. Alastor, por su parte, continuó caminando, como si no los hubiera escuchado. Sabía muy bien cómo ignorar ese tipo de comentarios. Su paso ni siquiera vaciló.

-Vamos, preciosa, ¿por qué tan apurada? -soltó otro del grupo, mientras otro más silbaba con tono vulgar.

Vincent apretó la mandíbula, su mano aferrándose con más fuerza a la de Alastor. Sentía cómo la ira comenzaba a burbujear en su interior. Sabía que Alastor siempre optaba por la paciencia y la indiferencia en estas situaciones, pero había algo en la manera en que esos tipos lo miraban que le estaba sacando de quicio. Sin embargo, trató de mantenerse sereno por Alastor.

-Solo ignóralos -murmuró Alastor suavemente, apretando la mano de Vincent para tranquilizarlo. Su voz era suave y calmada, pero en su mirada se notaba que también le molestaba.

Vincent respiró hondo y asintió, aunque sentía su pecho arder. El grupo continuaba murmurando, cada vez más alto, cada vez más insistente. Los silbidos y los comentarios subidos de tono seguían a medida que ellos avanzaban, resonando en la calle vacía.

Todo parecía estar bajo control, hasta que uno de ellos, más audaz o quizás más insensato, decidió acercarse más. El tipo, alto y corpulento, dio unos pasos hacia ellos, y sin previo aviso, puso su mano sobre el hombro de Alastor.

-Oye, nena, no te pongas difícil -dijo con una sonrisa torcida.

El contacto fue el detonante. Vincent, que había estado al borde durante todo el encuentro, sintió cómo la rabia explotaba dentro de él en un segundo. Todo lo que había estado reprimiendo se desbordó en ese instante. Soltó la mano de Alastor bruscamente y se giró hacia el tipo que lo había tocado, sus ojos encendidos de furia.

-¡Quítale las manos de encima! -gruñó Vincent, su voz profunda resonando con una furia que sorprendió incluso al grupo.

El hombre que había tocado a Alastor retrocedió un paso, sorprendido por la reacción de Vincent. No esperaba que alguien lo confrontara tan rápido, y mucho menos con tanta intensidad. Vincent, sin perder un segundo, avanzó hacia él, empujándolo lejos de Alastor con una fuerza que claramente no se esperaba.

-¿Qué demonios te pasa? -replicó el tipo, recuperando el equilibrio y alzando las manos en un gesto desafiante.

-¡Te lo advertí! -gritó Vincent, su pecho subiendo y bajando con la respiración acelerada. Sus ojos estaban clavados en el tipo, y el resto del grupo ahora lo observaba en silencio, sin saber qué hacer.

Alastor, sorprendido por la velocidad con la que todo había escalado, dio un paso adelante, poniendo una mano suave en el brazo de Vincent.

-Vincent -susurró-, vámonos, no vale la pena.

Pero Vincent estaba demasiado furioso. Ver a alguien tocar a Alastor de esa manera, faltándole el respeto, le había hecho perder toda la paciencia. Los pensamientos de calmarse o de seguir adelante ya no estaban en su mente.

-¿Escuchaste lo que te dije? -continuó Vincent, su voz temblando de furia-. ¡Si vuelves a tocarlo, te juro que no vivirás para arrepentirte!

El tipo, claramente intimidado por la intensidad de Vincent, decidió no seguir provocando más problemas. El grupo comenzó a retroceder, algunos de ellos murmurando algo entre dientes, pero ninguno se atrevió a hacer más comentarios o acercarse.

Finalmente, cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Vincent se detuvo, respirando profundamente, tratando de calmarse. Alastor, aún con la mano en su brazo, lo observó con una mezcla de preocupación y agradecimiento.

-Estás bien -dijo Alastor, suavemente-. Ya se fueron.

Vincent asintió, pero todavía estaba visiblemente alterado. Se giró hacia Alastor, sus ojos aún llenos de preocupación.

-No puedo soportar que te traten así -dijo, su voz más suave pero cargada de emociones-. No puedo dejar que nadie te haga daño.

Alastor sonrió ligeramente, acariciando la mejilla de Vincent con una mano.

-Lo sé, lo sé -susurró-. Y agradezco que siempre me protejas... pero no me afectaron. Estoy bien. Lo que me importa es que tú estés bien.

Vincent suspiró, soltando un poco de la tensión que aún sentía, y envolvió a Alastor en un abrazo fuerte, como si quisiera asegurarse de que nunca nadie pudiera tocarlo de nuevo. Alastor se acurrucó en su pecho, permitiéndole a Vincent que lo abrazara tan fuerte como quisiera, sabiendo que ambos necesitaban ese momento.

-Gracias por protegerme -dijo Alastor en un murmullo-. Pero prometo que no dejaré que nada de eso me haga daño.

Vincent besó la parte superior de su cabeza, sus manos acariciando suavemente la espalda de Alastor mientras el mundo a su alrededor parecía desvanecerse nuevamente, esta vez en un silencio tranquilo y seguro.

-Siempre te protegeré, Alastor. Siempre.

๋࣭  ⭑[𝒞𝑜𝓊𝓅𝓁𝑒 - 𝓈𝒽𝑜𝓇𝓉]  ๋࣭ ⭑ Radiostatic/StaticradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora