The hunter's gonna lay low

Episodio 118: Corto

Pero sólo por un momento, añadió J torpemente.

“Lo dije con mucha seguridad… pero estaba muy confundido”.

J se tocó la mejilla de la máscara con las yemas de los dedos y comenzó a hablar lentamente.

"Soy el único sobreviviente de la Grieta del Mar del Oeste".

“…¿Todos los demás murieron?”

—Sí. En realidad, no ha pasado mucho tiempo desde que salí de la Grieta.

“…”

“Cuando salí, habían pasado varios años”.

La tez de Jung Bin cambió mientras escuchaba en silencio la historia de J. Una sensación de frío recorrió su columna vertebral. Levantó la mirada con el rostro pálido.

“Espera, espera un minuto… ¿Estás diciendo que pasaste años dentro de la grieta del Mar del Oeste?”

Habían pasado ocho años desde que J entró en la grieta del Mar del Oeste. J había escapado de la grieta recientemente. Si habían estado atrapados dentro de la grieta sin salida durante esos ocho años, y si J era el único que había escapado...

"Eso es demasiado cruel."

Empezó a sudar frío. Jung Bin se esforzó por mantener la calma, buscando las palabras adecuadas, pero no las encontró. Pero el propio J respondió con indiferencia.

—Oh, no puedo estar seguro de eso.

Murmuró con la cabeza ligeramente inclinada.

“No recuerdo con claridad si estuve realmente en la Grieta durante ocho años o si el paso del tiempo entre la Grieta y la realidad es diferente”.

"¿Qué quieres decir con eso?"

“Mi memoria no está completa. Algunas partes están borrosas, como si las hubieran recortado”.

“…”

¿Podría ser que el estrés excesivo hubiera causado problemas de memoria? Era una explicación plausible. De hecho, incluso había Despertados de la primera generación que tenían problemas de memoria y estaban recibiendo tratamiento. Pero no era algo sobre lo que se pudiera sacar conclusiones apresuradas. Después de pensarlo un poco, Jung Bin habló.

“…Hasta el momento no se han registrado casos en los que el tiempo haya transcurrido de forma diferente entre la grieta y la realidad”.

“La grieta del Mar del Oeste podría ser el primer caso. Esa grieta era bastante extraña”.

“…”

"De todos modos."

J se estiró, continuando en un tono que sonaba casi como un lamento.

“Salí de la grieta y descubrí que habían pasado ocho años, que me consideraban muerta y que muchas cosas habían cambiado. El mundo que yo conocía no era así…”

“…”

“El mundo estaba en paz sin mí. O tal vez era porque yo no estaba allí. Sentía que todo desaparecería si yo aparecía”.

Las palabras que pronunció con tanta naturalidad tenían un peso mayor que cualquier otra. Palabras a las que Jung Bin no se atrevió a responder, simplemente escuchó en silencio mientras J continuaba hablando.

“No había lugar para mí aquí”

El J que Jung Bin había observado durante mucho tiempo deseaba la paz más que nadie. Creía que si se sacrificaba, con el tiempo el caos se calmaría y el mundo encontraría estabilidad.