The hunter's gonna lay low

Episodio 69: Donde se plantan frijoles, crecen frijoles

Todo estuvo bien hasta el punto en que lo abrazó con valentía. No estuvo mal que Lee Sa-young, de quien Cha Eui-jae pensó que lo alejaría de inmediato, no lo hiciera. Pero el problema fue que no solo Lee Sa-young, sino también el cuerpo de Cha Eui-jae se puso rígido, lo que hizo que pareciera que dos troncos sólidos estaban presionados uno contra el otro.

El cuerpo de Lee Sa-young estaba más frío que la temperatura corporal normal. Casi como una persona muerta. De repente, la nuca de Cha Eui-jae se sintió fría. Se mordió el labio. Su boca se secó por el nerviosismo.

«…No, Lee Sa-young está viva.»

Cha Eui-jae apretó inconscientemente su abrazo y se concentró en el pulso que latía en su nuca. Golpe, golpe, golpe... Cerró los ojos, sintiendo el pulso que de alguna manera latía rápido.

Cada vez que acariciaba la espalda de Lee Sa-young, podía sentir los movimientos tensos de los músculos bien tonificados y escuchar las ocasionales respiraciones bajas. El dulce aroma. Los puntos donde el cuerpo de Cha Eui-jae tocaba la piel pálida se estaban calentando ligeramente. Una señal de vida.

Cha Eui-jae inclinó ligeramente la cabeza para escuchar un poco más los latidos del corazón.

¡Zas!

Una fuerza fuerte le empujó el hombro derecho. Cha Eui-jae, que fue empujado hacia atrás mientras lo empujaban, abrió mucho los ojos. Lee Sa-young se quedó inmóvil en la misma posición con la mano extendida. Las yemas de sus dedos negros se curvaron ligeramente.

Sus miradas se cruzaron y chocaron por la distancia creada entre ellos. Los ojos morados de Lee Sa-young se abrieron ligeramente. Cha Eui-jae, que también se sorprendió al ver que quien lo empujó lucía más nervioso, puso los ojos en blanco.

'¿Lo estuve abrazando por mucho tiempo?'

Su hombro, empujado por la mano de Lee Sa-young, le dolía un poco. Había pasado un tiempo desde que sintió este tipo de dolor, ya que su cuerpo rara vez resultaba herido por algún ataque. Cha Eui-jae se frotó el hombro con la palma de la mano. La mirada de Lee Sa-young siguió atentamente cada movimiento que hacía.

Si hubiera sido cualquier otra persona que no fuera Cha Eui-jae la que hubiera sido empujada, habría sido arrojada a la pila de cajas. Sus huesos del hombro podrían haberse roto. ¿Debería aconsejarle a Lee Sa-young que tuviera cuidado con su fuerza al empujar a la gente? ¿O debería fingir que estaba más herido? Pero la mirada inquietante en el rostro de Lee Sa-young le hizo difícil decir algo.

Parecía… ansioso.

“…”

Lee Sa-young, quien había empujado a Cha Eui-jae, se quedó allí de pie, mirándolo sin comprender. No estaba claro si su último recurso había funcionado.

Sin embargo, ahora era más importante apaciguar a Lee Sa-young que enseñarle o derrotarlo. Bueno, al menos no terminó en la pila de cajas. Habiendo llegado a esta conclusión positiva, Cha Eui-jae se sacudió el hombro con indiferencia.

“¿Te sientes mejor ahora?”

El hombro de Lee Sa-young se encogió. Después de un momento, apretó el puño y respondió sarcásticamente con una expresión sombría.

“¿No tienes capacidad de aprendizaje?”

Estaba tratando de superarlo amablemente, entonces ¿por qué este tipo de repente atacaba su inteligencia? Cha Eui-jae, que había estado sonriendo tranquilamente, frunció el ceño de inmediato.

“Oye, ¿por qué mencionas la capacidad de aprendizaje ahora?”

“¿Pensabas que hacía años que tosías sangre?”