♥ #1añodecenandocon (Wigetta) ♥

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Guillermo.

Suspiré y me removí incómodamente en el asiento del avión. Este es el momento en el que envidio a mis amigos porque después de más de una semana fuera de casa, en un gran evento, pueden ir a sus casas y descansar, mientras yo tengo que seguir en otro avión para volar y volar.

Ojala puediese te le transportar me"

Pliego la mesa del asiento y enciendo el ordenador, conecto la WiFi, y antes que nada, entro a Skype. Necesito saber si se ha conectado. Solo han pasado unas horas y ya lo echo de menos. ¿Qué pasa conmigo?

No lo está.

Según la gente, hoy hace un año desde que hicimos aquello del “Cenando con..." y, aunque me avergüence decirlo, daría todo para volver a aquel momento. Nuestras sonrisas eran gigantes, palabras cursis e indirectas vergonzosas, pero sobretodo, allí estábamos, juntos.

Cuando vuelvo en mí, tengo una ventana frente a mi que me notifica la alerta de un chat iniciado. Sin dudar lo abro, y juro que sonrió como idiota cuando veo que es él.

Hombre, compañero.— Leo, y vuelvo a sonreír. Cuando el 'compañero' viene de sus labios -o sus mensajes- siempre se siente único y especial.

—Hombre, Vegetta.— Borro el mensaje y lo rectifico, y es que con los nervios, lo he escrito mal.—¿Cómo estás? ¿Has llegado cansado? Porque, chaval, yo tengo el culo aplanao, ¿sabes?.

Sin necesidad de nada más, apuesto mi yo completo a que se está riendo de mí el muy pringao'.

Pues yo sigo malito, Willy.—Y cuando estoy a punto de contestarle que se lo merece, aunque ni yo mismo sé el por qué, él escribe.—¿No quieres hacerme de enfermera? Me siento solito.

Ruedo los ojos, pero mis mejillas queman. De nuevo me acuerdo del día de hoy.

Claro, pero al menos, me llevas a cenar antes, ¿no, chaval? xD.

Intento no eliminar el mensaje, aunque me esté muriendo de vergüenza. Odio ser tan tímido en estos temas.

Claro. Pero cuando vuelvas a Los Ángeles, para hacer una traducción de lo que pasó hace un año. Pero esta vez no te piedad un helado ta. malo, que no te voy a dar del mio. ♥

A veces me pregunto cómo terminé con una persona tan infantil, pero luego, recuerdo todo lo demás, y acabo queriéndolo aún más si es posible. Me cago en todo, él me hace cursi.

Esta vez me lo pediré de frutillas.

—Típico en ti, Willy.—Y es la verdad.

Quiero que él esté aquí, conmigo, que no tengamos que hablar a través de un maldito ordenador... quiero... Lo quiero a él.

—Te echo de menos...—No tenía planeado enviar eso, pero cuando me quise dar cuenta, ya había pulsado enter. Él tarda unos momentos en contestar y eso me hace querer con más fuerza estar en España, con él, porque sé que, si bien en muy pocas ocasiones se avergüenza, esta es una de ellas, cuando yo dejó salir todo lo que siento por él.

—También te echó mucho de menos, incluso al suave peluche de Trotuman...— No le echo en cara que me lo manchó cuando durmió con él, porque estoy tan feliz de no ser el único que echa de menos que me da igual. Además, sé que se dio cuenta de que al rato me cambié por ese peluche para que me abrazara a mí.

Pronto estaremos juntos de nuevo, Guille. :)

—Muy pronto, Samu.

Y solo con eso, me siento como nuevo. Él siempre tiene ese efecto en mí.

Te quiero.—Y sí, es raro que lo diga yo primero, o que tome la iniciativa, pero... esta semana juntos después de tanto tiempo, han hecho que mis ganas de él me golpeen fuerte.

—También te quiero, y, ¡recuerda lo de la cena! (Ambos sabemos donde acabará eso, chaval )

—Eres más tonto...—Y tengo toda la razón, posiblemente tengo el novio más tonto del mundo, pero estoy completa y pérfidamente enamorado de él.

“Chaval..."

Drabbles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora