Suelto la pequeña maleta a mi lado, en el frío y duro banco, esperando a que el tren llegue, pero el tiempo parece eterno. La única compañía que tengo es la suave brisa que revuelve mi pelo y se cala por mis ropas, dejándome helado.
"Tengo que dejarlo atrás"- Me repito, como por décima vez desde esta mañana.
Pero sus palabras siguen bailando en mi cabeza a un ritmo constante, deseosas de destruirme un poco más. Pero, en realidad está bien, porque en gran parte fue mi culpa, no supe lo que tenía hasta que me olvidó y se marchó. No supe apreciar a Mangel hasta que ya estaba amando a otra persona y sus ojos brillaban por esta, y allí estaba yo, con mi corazón roto entre mis manos y mis ojos llorando con lágrimas que nadie veía, porque la sonrisa en mi cara y mis palabras de 'ella es una buena chica, Mangel, así que os irá bien' era más grande que todo mi lamento junto.
Así que lo soporté.
Tragué el nudo que se quedó atrapado en mi garganta día tras día, y caminé a ciegas en un camino que, verdaderamente, no tenía luz. Pero seguí, porque el amor no es todo en la vida y quizá, aunque mi corazón estaba demacrado y mi alma por lo suelos, podía tener otra oportunidad de enamorarme. ¿No saca un clavo a otro clavo?
(...)
Pues... no. Aún cuando pasaron tres años, yo seguía pensando en Mangel. Después de levantarme y antes de acostarme, era lo único que estaba en mi mente. Durante todo el día su recuerdo era lo que me acompañaba como una sombra invisible que me daba aliento pero que a la misma vez me quitaba la fuerza.
Y ese mismo día, cuando llegué a mi casa y él estaba allí con una enorme sonrisa y sus mejillas sonrojadas, supe que por mucho que luchase contra ello, mis sentimientos siempre iban a volver, porque estaba realmente enamorado de Mangel.
-¡¡Me caso!!- ... Pero él no lo estaba de mí.
-¿Cómo que te casas?- Pregunté, casi sin poder respirar.
-Me caso, se lo pedí anoche y ella...- No podía escuchar nada, o quizá mi propia cabeza me estaba protegiendo de escuchar cosas que me mataban por dentro.
-¡Eso es genial... Mangel... Es...- No podía seguir hablando, así que solo sonreí deseando con todas mis fuerzas que se creyese mi sonrisa.- genial!
Y lo pensaba, de verdad, porque al fin y al cabo, él era feliz; pero entonces, ¿por qué seguía escuchando un 'crack' justo a la altura de mi pecho?
(...)
Y dos meses más tarde, ya no lo resistí más. Tenía que irme de allí, de mi casa, de Madrid, de estar cerca de él, porque aquello estaba siendo una muerte lenta y dolorosa. Me había pedido que yo fuese su padrino, que estuviese allí a su lado viendo como formaba su vida con otra persona, vida que podría haber sido mía si no hubiese sido tan gilipollas. Así que me fui, cogí las pocas cosas que me quedaban en casa y, con mochila en mano, me marché a donde mis píes me llevasen, y eso era, primeramente a la estación.
Y ahora estoy aquí, esperando a que el tren pase a por mí y me lleve lejos de los recuerdos y de la persona que estoy enamorado para que pueda ser feliz.
"Porque tengo que dejarlo atrás".
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¡La verdad es que me gustó mucho como quedó! Tanto que creo que haré un One-shot de esto, o incluso un mini-fic, ¿qué opinan? Espero que les haya gustado tanto como a mí ♥
Gracias a todos por preocuparos por mi estado, al parecer no resultó ser pulmonía pero sí tengo que cuidarme porque podría darme si no me curo bien los resfriados xDD
¡Nos vemos! <3 (Más tarde subiré algo random, también Rubelangel, algo con más humor y más o menos 'real', de como han avanzado con los años, es bastante corto)
:D
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Drabbles.
Fiksi PenggemarHistorias cortas sin ninguna relación entre ellas que podrán ser de cualquier pareja. P.D: Se aceptan pedidos.