Drabbles.

♥ Distancia. (Phan) ♥

Encendió el ordenador con un hondo suspiro atrapado en su garganta. Se sentía bastante solo en casa, sin escuchar los gritos y el alboroto de Phil en casa. Echaba de menos sus besos, sus abrazos, sus besos suaves en mi cuello -tan sensible- y en mi mejilla, echaba de menos nuestras largas charlas en la cama cuando llegaba la madrugada, sus palabras reconfortantes, nuestras bromas internas, estallar a puras carcajadas por tonterías, ¡incluso echaba de menos grabar Dil con él! Llevaba casi un mes sin jugar a los Sims 4 porque él había estado dos semanas fuera, y extrañaba como jugar a ello se convertía en nuestra extraña manera de ser padres. 

Abrí Skype con pereza, tumbado en mi posición de navegar por internet, y mientras este se cargaba, abrí Tumblr y Twitter para contestar algunos comentarios e ir bajando por el Dash, para ver que nueva sorpresa había en en siguiente Post. Era como un mundo dentro de otro, y por eso nunca era fácil salir de Tumblr. 

Cuando por fin cargó Skype, impaciente miré en mi lista de contacto para ver si Phil estaba conectado, pero antes de darme tiempo a hacer nada, allí estaba él, con una llamada entrante. Mordí mi labio y mi corazón latió aún más deprisa. Me senté recto en la cama, y pulse el botón verde. Allí estaba él, vestido con una camiseta de un color azul que combinaba con sus ojos, verdes, amarillos y azules, tan brillantes que parecían estrellas. Su sonrisa me hizo querer besarlo. 

—Te echo de menos.—Dijo, antes de un hola o cualquier cosa, con su cara de pena y sus ojos brillantes. Sentí como todo mi cuerpo vibraba ante su ternura. 

Rodé los ojos, mientras intentaba ocultar mi risa. 

—Oh, Phil, no ha pasado tanto. Pufff, ¿dos semanas? Eso no es nada...—Mentí, sintiendo como mi pecho se contraía.

—¿No me echas de menos?—Preguntó, su tono con tristeza. 

—Mucho. Muchísimo. Tanto que ni puedo explicarlo.—Admití, y sus ojos volvieron a su brillo de siempre, esa mirada que por suerte, era más intensa cuando me miraba. Por eso me consideraba el ser más afortunado del plante, porque lo tenía a él, a mi lado. Estuvimos hablando sobre cómo había ido nuestro día, y aunque parecía que no había mucho que contar, pues habíamos estado hablando todo el tiempo por Whatsapp o Twitter, siempre salía un tema nuevo de conversación, cada cual más loco y sin sentido. Y eso era lo mejor de nosotros, que entendíamos nuestra propia locura, y además, la compartíamos. 

—¡Oh, Phil! ¿En serio? ¿Estás comiendo cereales?—Farfullé, al ver el bol en su mesita de noche. Él asintió, una gran carcajada brotando de él, mientras sus mejillas se sonrojaban. ¡Él me había dejado sin cereales aquí! Suspiré, pues nunca cambiaría nada de esto.—Aún así te echo de menos, Philly. 

—Y yo a ti, Danny. 

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¡¡Phan para todos!! ♥