♥ La del trípode y otras maneras de interrumpir. ♥ (Wigetta)

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Frank se estaba volviendo loco. Había buscado el maldito trípode por toda la casa de sus dos mejores amigos. En la habitación de Samuel, en la habitación de grabar de Guillermo, en el salón, e incluso había mirado en el cuarto de limpieza y en la cocina. ¡En la cocina! ¿Cómo había pensado que el trípode podría estar en la cocina? 

Dejando salir un suspiro de frustración, caminó hasta la habitación de Guillermo, en la que dormía, no en la que grababa. Bueno, no solo él, como Willy y Vegetta eran... "pareja", ambos dormían juntos. 

Y quizá por eso mismo, no le tendría que haber sorprendido. Pero, de primeras, no había nada en la puerta para que avisara a Frank que ellos estarían haciendo -o intentando- 'eso', y, por muy estúpido que pareciese, al entrar él había pensando que Willy y Vegetta estaban jugando a la lucha libre. Sí, a la lucha libre. Guillermo estaba encima de las piernas de Samuel, acariciando su pecho, y Staxx se dijo que esa no era la mejor manera de ganar una pelea, y después estaba Samuel, quien tenía la mano perdida en algún punto dentro del pantalón de Guillermo -él realmente no quería preguntar dónde-, y podría tener una obsesión con el cuello del menor, y Guillermo obviamente estaba disfrutando toda esa atención. 

Él quería salir de la habitación, pero sin saber cómo, localizó el trípode al otro lado de la cama. Así que carraspeó, y acompañó en un salto asustado a sus amigos, quien tampoco hicieron mucho esfuerzo por separarse. Willy si estaba mucho más avergonzado que Samuel, pero tampoco se estaba levantando de Vegetta. 

—Uh...— Empezó, de manera incómoda, mientras ellos lo miraban entornando los ojos.—¿Vais a usar el trípode?— Y aquella, definitivamente, no era la mejor pregunta, pero es que Frank estaba a punto de romper en carcajadas. 

—Nop, todo tuyo.—Susurró Samuel, para volver a besar el cuello de Guillermo. ¿Cómo podría darle igual que Frank estuviese allí? 

—¡La próxima vez, poned una toalla, un calcetín o algo, pringaos!— Gritó, mientras salía por la puerta. 

—La hemos puesto.— Gritó Samuel, y no fue hasta entonces, que Frank no se fijó en un pequeño calcetín con una nota que ponía "No molestar. Wigetta está ocupado.", y él solo quería saltar, gritar, y reír porque sus mejores amigos eran lo más idiotas del mundo. 

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Algo random~

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