Drabbles.

Soledad.

Sonrío, lo hago de la mejor forma que puedo, pero el nudo en mi garganta se acentúa cuando veo como todas las personas se marchan y me quedo sola. De nuevo. 

Debería estar acostumbrada, la soledad ha sido mi compañera durante muchos años, pero aún así, el frío cuela por dentro de mí, y se pega a mi corazón. Odio ese sentimiento, solo me hace sentir débil.

Mis piernas pesan demasiado, por lo que sin darme cuenta estoy en el suelo, como si alguien me hubiese asestado un golpe por la espalda. Las lágrimas, constantes y frías caen ya por mis mejillas, creando ríos brillantes que van a parar al suelo. 

No sé que hacer. Quizá la salida de todo esto está delante de mi, pero no la puedo ver. 

Me siento sola, incluso cuando hay mucha gente que me rodea.

Todo está oscuro, pero el sol brilla en la calle. 

La noche se me hace eterna, pero solo dura unas horas. 

Quiero romper el  espejo cada vez que me miro, dañarme porque no soy suficiente.

Quiero... 

¿Qué quiero? 

¿Qué hago?

¿Cómo?

... Solo estoy perdida. 

Y la soledad es mi única compañera, abrazada por las lágrimas, y acariciada por la sangre de mis cortes, cantando con las voces de mi cabeza, que gritan que acabe con todo.