♥ Familia. ♥ (Wigetta)

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Terminé la grabación y ambos nos quedemos en un silencio profundo y cómodo. No podía parar de pensar en sus palabras, aquellas que nada más escucharlas, hizo que mi corazón palpitara frenéticamente, casi deseoso de salir de mí. Y de pronto, de la nada, ambos empecemos a reír como idiotas.

-¿Willy?- Preguntó Samuel al otro lado de la línea de Skype. 

-Dime- El tono que salió de mis labios fue casi tan dulce como el tonto que pronuncié mientras grabábamos, y es que a veces, me olvidaba de todo, de la grabación, del resto de personas, de las consecuencias, de todo, menos de él.

-Hablaba en serio.- Volteé mi cara hacia un lado y mordí fuertemente el interior de mi mejilla para evitar sonreír como un auténtico pringao'.- Quiero un Mike contigo.

-¿Y también un granero? ¿Y un tractor pocho?- Reímos de nuevo, pero ambos éramos conscientes de que era un tema bastante serio.

-Eso me da igual. Podemos debajo de un puente, que mientras sea contigo será el lugar más maravilloso del mundo.- Sus palabras me llenaron de una manera cálida, me daban paz. Era como decir que todo iría bien mientras nos tuviésemos uno al otro.

-¡Te olvidas de Mike!. Que mal padre, por favor...- Intenté no titubear, intenté no mostrar cuanto me afectaban sus palabras, pero él lo sabía perfectamente, y le encantaba.- Y eso que no ha nacido...- Usé un tono casual, pero solo hacia falta mirar la pantalla para notar como a Samuel se le iluminaron los ojos y una gran, gran sonrisa se posaba en su rostro.

-¿Eso quiere decir que sí?- Preguntó, y yo deseé que estuviese aquí, en mi casa, para celebrar las navidades como una pareja normal. Pero él no podía, no esta vez, pero pronto, muy pronto, sabía que ambos teníamos que ir a decirle a nuestros padres. Y la verdad es que no tenía miedo, porque era con él. 

-Eso quiere decir, pringetta, que... estoy dispuesto a aguantarte toda mi vida.- Mis mejillas ardían, al igual que mi cuello y el resto de mi cara.- Pero solo porque eres tú, eh.- Miré a la pantalla y aún a través  de esta, pude perderme en sus ojos. 

No sé cuánto tiempo nos quedemos así, pero cuando volví, escuché a Vegetta claramente:

-Te amo.- Y realmente parecía que estaba aquí, a mi lado, besando mi cuello como tanto hacía. 

-Yo... también te amo, idiota.- Y tras una sonrisa estúpida de enamorado, decidí que era suficiente por hoy... aunque nunca tendría suficiente de Samuel.- ¡Venga, abre de nuevo el servidor, que hay que grabar tu vídeo!

Y reímos, reímos a carcajadas. Sin miedo. Sin pena. Sin nada. 

Porque éramos nosotros. 

Samuel y Guillermo.

Y nuestra promesa de formar una familia. 

Juntos.


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¡¡Feliz navidad~!! Espero que os gusta este escrito y que por supuesto, disfrutéis muchísimo de estas fiestas ♥ 

Gracias por todo y recordar que os quiero mucho. 


♥ Hasta pronto ♥



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